Según un informe de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, uno de cada cuatro asalariados neuquinos trabaja en negro. Este relevamiento, que corresponde al segundo trimestre del 2009, da cuenta que el 25% de los asalariados del conglomerado Neuquén-Plottier no está registrado por su empleador. Esta cifra supera la patagónica (que es del 21%) pero es menor que la media nacional, que se ubica en el 36%.
Esto significa que, según la tasa de actividad en las personas mayores de 14 años en el conglomerado Neuquén-Plottier, el 25% no hace aportes jubilatorios.
La cifra muestra un descenso en comparación con años anteriores y se mantiene por debajo de la media nacional, que es del 36%. Sin embargo, a nivel regional, es una de las peores de la Patagonia y se encuentra por encima de Comodoro Rivadavia (18%), Río Gallegos (17%) y Ushuaia (11,5%).
Cabe aclarar que esta medición no alcanza a los cuentapropistas que no están registrados como monotributistas, que engrosan las filas del trabajo en negro tanto en la provincia como el país.
La economista e investigadora de la Universidad del Comahue, Graciela Landriscini, declaró al diario “La Mañana de Neuquén” que existen ciertos sectores de la economía regional que son los más vulnerables al empleo informal.
“Hay trabajo rural que no siempre está declarado, sobre todo cuando es estacional. Algo similar ocurre en la construcción, aunque ahora la AFIP está controlando mucho. También está el caso del pequeño comercio o microempresas familiares, donde se toma gente cuando sube el nivel de actividad, o bien el de las actividades de servicio como jardineros o empleadas domésticas”, detalló la especialista.
A su vez, Landriscini destacó que la vulnerabilidad del trabajador no registrado es mucho mayor en tiempos de crisis, como la que se está viviendo a nivel mundial.
“Al achicar, el ajuste siempre cae primero sobre los trabajadores en negro porque no hay que hacer indemnizaciones”, sostuvo Landriscini.
En general, el empleo informal suele aumentar en el período de transición hacia la normalización de la economía. “A la salida de una crisis puede haber un aumento del empleo informal mientras se especula si la recuperación es sólida.”, detalló.
Por último, la especialista detalló que para combatir el trabajo en negro es necesaria una política estructural a largo a plazo consensuada por todos los sectores. “La pura persecución o la baja de las cargas fiscales no alcanza”, argumentó.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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