El pasado viernes 4 de marzo por la mañana, la AFIP detectó la presencia de niños trabajando en la cosecha de fruta fina en una chacra de Plottier. Durante la inspección se descubrió a dos menores de 12 y 14 años realizando tareas de recolección.
Además, de los nueve trabajadores relevados ocho no se encontraban registrados. De ellos, cinco son de nacionalidad boliviana y uno no poseía documentación alguna.
Los dos menores que se desempeñaban en el lugar eran primos y estaban allí junto a su madre y su abuela que también trabajaban en el lugar.
Según el relato de los propios empleados, eran pasados a buscar cada mañana por su domicilio en una camioneta y durante el día no recibían ningún tipo de refrigerio. La mayoría de ellos reside en un precario barrio de Plottier. Cobraban 3 pesos por cada kilo de fruta recogida, llegando a recolectar 20 kilos por día.
Cuando los inspectores llegaron al lugar encontraron a los menores en plenas tareas de recolección.
La chacra donde se realizó la inspección posee 14 hectáreas y, según pudo saber este medio, se trata de un productor independiente.
La explotación produce frambuesa, cereza y frutilla y se encuentra en el ejido de Plottier.
Según se informó desde la AFIP, el empleador se encuentra inscripto ante el organismo y declaró como actividad principal la construcción, reforma y reparación de redes, y como actividad secundaria el cultivo de frutas.
El contribuyente declaró para el período de enero de este año la contratación de un solo empleado.
El operativo se realizó entre las 10 y las 13.45 del pasado viernes 4 de marzo con presencia de inspectores del organismo recaudador. Una vez detectada la presencia de menores en la cosecha se dio participación al Ministerio de Trabajo de la Nación así como a la Dirección de Migraciones por el empleado indocumentado.
Cabe recordar que este es el segundo caso de trabajo infantil que se detectó en la zona. El primero de ellos fue tres semanas atrás en la localidad de Villa Manzano, provincia de Río Negro.
Además de niños en plena tarea de cosecha, se descubrió la presencia de trabajadores en situación de gran precariedad. En este caso los niños y mujeres dormían en trozos de goma espuma en el suelo, sin contar con agua potable, gas o baños. Los menores, luego de trabajar junto a sus padres, jugaban con los envases de agroquímicos tirados alrededor de la precaria construcción donde dormían.
Días más tarde se realizó un operativo en una chacra de Neuquén, cercana al tercer puente, donde también se descubrió a 44 trabajadores que dormían hacinados en un pabellón.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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