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Construcciones de casas de barro: una opción que gana seguidores

En Plottier se dictan cursos sobre construcciones de casas de barro. Sus impulsores destacan el bajo costo económico y los beneficios que genera.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Desde hace cuatro años Damián Cárdenas se dedica a construir casas de barro, luego de dejar de lado su profesión gastronómica para pasar a mezclar otro tipo de ingredientes. La idea de las construcciones naturales fue ganando espacio en su vida a partir de ver el video “El barro, las manos, la casa” de Jorge Belanko, un reconocido y avezado constructor de El Bolsón.

En la actualidad, Cárdenas es el asistente de Belanko e imparten cursos en el Centro de Capacitación Nº 1 de Plottier , ofreciendo disertaciones en todo el país y en países limítrofes.

Según Cárdenas, la construcción de barro ha crecido con el tiempo. Algunos se acercan por el costo relativamente bajo con respecto a las construcciones con cemento y otros, por la cuestión ecológica y ventajosa que ofrece el sistema.

Los cursos son abiertos a la comunidad y se dictan mientras Cárdenas está en la zona. “Lo ideal sería que haya una legislación sobre las construcciones naturales, como en Alemania. De hecho, Luis Beltrán (Río Negro) fue el primer municipio del Alto Valle en contar con una normativa que la regula. Acá desde el Colegio de Arquitectos de Neuquén nos brindaron su interés y apoyo para seguir en este camino”, señaló el joven constructor al diario La Mañana de Neuquén.

Explicó que cada vez más se apunta a este tipo de construcción de adobe y se debe al impacto nulo que tiene sobre el medio ambiente, el carácter térmico de las casas, a la inexistente humedad, al hecho de que son antisísmicas y además permiten inhibir las radiaciones.

“La mayoría de los que se acercan a indagar es por una necesidad económica habitacional real, otros por una búsqueda, otros por snobismo y otros por una cuestión ecológica o filosófica”, indicó.

“Si yo fuera millonario haría mi casa de barro porque confío en este tipo de construcción. El tema es que la gente de clase media y alta piensan que es una involución pasar del cemento al barro cuando es justamente lo contrario”, subrayó el joven.

Ante el reciente auge se encarecieron materiales como el fardo o la arcilla o incluso el aserrín, que antes se lo descartaba y hoy se cobra. Sin embargo, asegura que aún así sigue siendo económicamente favorable.

“Hace un par de años hicimos una casa de 20 metros cuadrados a través de la minga solidaria que armamos para una familia careciente en Cipolletti y nos insumió unos 8 mil o diez mil pesos, sin contar algunas donaciones”, recordó.

Fuente: La Mañana de Neuquén

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