Luego de asumir, Andrés Peressini no descansó ni siquiera el día domingo, ya que junto a su equipo recorrieron la municipalidad junto a una escribana para constatar el estado del lugar.

Sin embargo, la primera impresión fue poco grata, ya que se encontraron con un vaciamiento de información importante en las computadoras y en diferentes documentos. “No teníamos la llave de algunas dependencias y tuvimos que llamar al cerrajero”, cuenta el intendente.

Ya comenzada la semana, se compraron impresoras y computadoras, las cuales no se encontraban en los diferentes despachos. “Estaba todo muy abandonado y sucio, excepto el despacho del intendente. Recibí la comuna con 532 pesos y nada en las cuentas”.

Ya el día martes 13 de diciembre, se centraron en resolver el tema de las deudas que se mantiene con algunos empleados, a quienes se les adeuda una suma cercana a los 600.000 pesos. Por este motivo, el mandatario reconoció que va a establecer un contacto con Provincia para presentar una solicitud de fondos.

“Es tan alta la cantidad de empleados que ya no alcanza para pagar los sueldos con lo que recaudamos con retributivos y patentes. Estamos revisando las incorporaciones de los ultimos 6 meses”, afirmó Peressini.

Además, le pidió paciencia al empleado municipal: “Estamos reubicando, y armando los equipos para poder estar con mayor presencia en las acciones que queremos concretar”.

Por su parte, a la brevedad, comenzarán los trabajos en el puente de la calle San Martín y la instalación cloacal dentro del municipio, la cual todavía cuenta con pozo ciego.

Otras de las acciones realizadas por la nueva gestión fue la mudanza de algunas dependencias, con el objetivo de que las mismas puedan trabajar con mayor comodidad.