Uno de los argumentos en los que se basaron para llegar a esta importante decisión fue que la investigación comenzó cuando la joven se presentó en el hospital para que la atendieran por una hemorragia producto del parto y esto equivale a una autoincriminación.

Debido a que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo, todo lo que se hizo en la investigación a partir de la denuncia de los médicos es nulo.

Según trascendió, la joven es de origen muy humilde, no recibió educación sexual, sus padres son muy mayores y están vinculados a una religión. Nadie del entorno estaba enterado del embarazo. A esto se suma que el parto se realizó en el baño de su casa.

A partir de esa situación la adolescente de 15 años fue llevada por sus padres, que ignoraban lo sucedido, al hospital de Plottier. Allí la médica que la revisó se dio cuenta de lo que había pasado, lo denunció y comenzó una investigación a cargo de la Policía. Para entonces el bebé ya había fallecido.

El fiscal Germán Martín, quien decidió archivar la causa señaló que "existió un avasallamiento por parte de la médica en la intimidad" de la adolescente, que se hizo "en función de su obligación de intervenir frente a la necesidad urgente de la paciente".

El fiscal Martín expresó en su resolución, que está firme, que el caso "me moviliza y sensibiliza", pero "no es excusa para vulnerar derechos y garantías". Agregó: "una persona por haber delinquido no pierde sus derechos constitucionales, sino que justamente a partir de ese hecho ilícito nacen garantías constitucionales".

Fuente: diario Río Negro.