
El gran espacio físico ubicado sobre Palhuen y Millaray permaneció completamente abandonado durante 6 años, hasta que un grupo de vecinos decidió llevar a cabo diversas actividades físicas en el lugar.
La idea era poder brindar un espacio para todas las actividades deportivas a jovenes de diversas edades. Pero luego de cinco meses de insistir y de solicitar el apoyo del municipio con respecto a necesidades básicas del lugar, el grupo de vecinos llegó al hartazgo y tomó la decisión de ceder en su objetivo.
Acorde a lo apuntado por Cristian Hernan Figueroa, uno de los artífices de la idea, "incompetencia, inoperancia e ineficiencia por parte de algunos funcionarios y ejecutivos del municipio sorprende y asusta". Haciendo referencia a la falta de respuestas en cuanto a los pedidos por necesidades básicas que presenta el lugar donde asistían 150 chicos.
El espacio superó todo el invierno sin ventanas, baños e iluminación externa, algo que es vital para la práctica deportiva y para la integridad de quienes la practican.
Figueroa y el grupo de trabajo agotó su paciencia en cuanto a los pedidos hechos al Director de Deporte, Maximo Vila y al Subsecretario de Desarrollo Social, Juventud y Deporte, Nicolas Milan, y afirma que "estoy harto de llamar y que me ignoren. Siempre tienen una excusa".
La comisión de vecinos solicitó además firmar un convenio con el municipio, con el objetivo de poder recibir donaciones de empresas en cuanto a materiales. "Hace tres meses esperamos la firma, y por uno u otro motivo no lo hacen. Cuando es algo super sencillo", declaró Figueroa.
Lo único que hizo el municipio fue enviar a un sereno, Gabriel Valdez, el cual pasaba frío extremo por las noches y ni siquiera tenía una silla donde sentarse.
Gimnasia para dama, gym dance, árabe, handball y voley, eran las actividades brindadas en el lugar, pero hasta los profesores se agotaron de la falta de respuestas y decidieron marcharse.
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