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Internaron en Plottier al policía que tomó rehenes

Sebastián Riquelme (32), el cabo de la Policía neuquina que el lunes tomó 15 rehenes en una oficina municipal de Neuquén por un problema sentimental, fue internado en el servicio de Salud Mental del hospital de Plottier luego de que en el hospital Castro Rendón se negaran a recibirlo.
Sergio Garro
Por Sergio Garro

La internación inmediata y voluntaria de Riquelme fue la primera de las condiciones que la jueza Mara Suste le impuso el martes en la audiencia en la que fue acusado de "privación ilegítima de la libertad doblemente agravada" de 15 personas, entre ellas su expareja.

Sin embargo el policía no logró que el martes lo aceptaran en el hospital Castro Rendón y recién ayer al mediodía fue admitido en Plottier.

El director del hospital neuquino, Adrián Lammel, aseguró que "el informe psiquiátrico que se le realizó determinó que no es aconsejable para el paciente su internación, por eso se lo derivó al servicio de Salud Mental de Plottier, que tiene un nivel menor de complejidad".

Contrariamente, el director del hospital de Plottier, Francisco Facci, indicó que "el paciente llegó con una orden de derivación en la que se indica que es por falta de camas en Castro Rendón". Y remarcó que de acuerdo con la evaluación psiquiátrica realizada por el equipo médico de Plottier "es necesaria su internación por un plazo de ocho a diez días a los efectos de compensar su cuadro clínico y resguardar su integridad física".

Desde la Justicia se aguardará una semana para realizar una nueva evaluación psiquiátrica con la cual podría permitirse su derivación a San Martín de los Andes, de donde es oriundo.

Riquelme irrumpió el lunes a las 8.45 en las oficinas de la dirección de licencias de conducir de Santa Teresa 2009, donde trabaja su expareja. Usando su uniforme, ya que acaba de terminar su turno en la Comisaría Cuarta, ingresó por una puerta secundaria. Una vez adentro efectuó tres disparos al techo con su arma reglamentaria y pidió que salgan todos menos los empleados. Luego hizo un cuarto disparo y exigió que bloqueen las puertas. Fue al lugar para hablar con la mujer, que está embarazada, y llevó consigo una nota suicida. Tras casi cinco horas de tensión, finalmente se entregó.

Fuente y foto: diario Río Negro.

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