
Claudio Silvero, responsable del área, informó que el operativo se realizó entre las 6 y las 10 del domingo y que los inspectores, junto con personal policial, se ubicaron en el ingreso por la calle 25 de Mayo y sobre la Rivadavia.
En total, se hicieron 30 controles. Los otros positivos fueron una mujer con 0,64 y un joven con 0,91, siendo que el máximo permitido es de 0,50.
Según explicó el funcionario, no hizo falta secuestrar los autos ya que la ordenanza estipula que el infractor puede llamar a otra persona para que, luego de pasar el control de alcoholemia, pueda hacerse responsable del vehículo.
“Sí se retuvieron sus licencias, que se enviaron al juez de Faltas que define cuánto tiempo la retendrá, los costos de la infracción y qué trámites hay que realizar, incluso un curso de educación vial”, dijo Silvero.
También se usó por primera vez el decibelímetro, que mide los ruidos para determinar si son más altos de lo permitido, pero no se encontraron casos.
“La idea es trabajar en prevención y que los vecinos empiecen a tomar conciencia. Cuando encontramos a alguien alcoholizado ya no se puede hacer prevención y hay que sacarle la licencia, y en algunos casos el auto”, consideró. La Municipalidad cuenta con un espacio para guardar los vehículos retenidos y también con una grúa para transportarlos.
Fuente: LM Neuquén.
Compartinos tu opinión