La calle Brasil al 200 está asfaltada sólo en una pequeña parte, por lo que en el resto se generó un gran pozo justo enfrente de un jardín de infantes. Los padres deben estacionar sus autos en medio del barro y del agua para dejar a sus hijos en el jardín.

Valeria Genco, propietaria de esa institución educativa, explicó que están cansados de pasar por esta situación cada vez que llueve. “Los papás no saben cómo hacer para dejar a sus hijos sin que se llenen de barro”, explicó la docente, quien además aclaró que inevitablemente los niños ingresan con las zapatillas sucias.
Indicó que realizó los reclamos correspondientes ante el área de Servicios Públicos de la Municipalidad y que espera una pronta respuesta. Además, informó la preocupación por la “discontinuidad” en la recolección de residuos, ya que en las bolsas depositan pañales y no pueden quedar muchos días en la vereda.

Por su parte, Oscar Di Diego, vecino del barrio, aseguró que es una situación “crónica” e “injustificada”. Dijo que la padece “desde siempre” cuando rebalsa el canal de riego. “Esta vez fue por la lluvia, pero la calle no tiene una pendiente necesaria, no tiene cómo desagotar”, comentó. Agregó que la situación se repite en otros barrios, por ejemplo en la entrada al Chacay frente al CPEM 27 y la Escuela Primaria 192.

Sergio Daubenfeld, secretario de Infraestructura Pública y Mantenimiento Escolar, aseguró que toda la maquinaria del Municipio está dedicada a reparar las calles afectadas por el temporal. Indicó que en esta semana se ocuparán de alisar las calles troncales como San Martín, Roca, Perciclar y Candole. “Fue muy intensa la lluvia y nos dejó muchas calles rotas. Si bien algunas calles no tenían el enripiado necesario, estamos tratando de mejorarlo”, aseguró.

Fuente: LM Neuquén.