La cumpleañera, contó que su familia le pagó la fiesta y que arribaron invitados de todos lados, inclusive de Bs. As y se lamentó por los que no pudieron asistir, ya que los festejos duraron hasta altas horas de la noche.

Pero también lo celebró en su barrio ya que organizaron una tarde de té con toda la comunidad barrial que la conocen y la aprecian.

Luisa, el fin de semana recibió en su hogar la visita del intendente de la ciudad, Andrés Peressini que junto a la secretaria de Desarrollo Social, Silvia Brevis la fueron a visitar para conversar y entregarle un presente. En este contexto, la cumpleañera expresó su alegría por la visita del intendente que le regaló un hermoso ramo de flores.

Sin embargo, sostuvo que ya con los años que tiene no le gusta que le regalen rosas y tampoco tazas, por eso pidió encarecidamente a que las personas que quieran regalarle algo, se abstengan a darle obsequios de ese tipo porque ella prefiere los perfumes y las cremas, y no es para menos porque con sus 100 años sigue siendo una mujer muy coqueta.

La abuela comentó que no hay ningún secreto para llegar a esa edad pero sí explicó, que su alimentación se basa en ingerir verduras y quesos, más allá de los asados que comparten todos los domingos en familia. Pero bromeó diciendo que es gracias a la Coca Cola y a las golosinas que consume.

María Luisa recordó que cuando llegó el barrio de Los Hornos no había tantas casas y que los vecinos que vivían en ese lugar estaban distanciados unos de otros. Sin embargo, con el tiempo se empezó a poblar cada vez más y ahora es una zona muy habitada.

A pesar de que la abuela no sale mucho de su hogar, dijo que lo que más le gusta de Plottier es ir al banco cuando llega el momento de ir a cobrar su jubilación y de firmar el acta de supervivencia que orgullosamente lo hace y manifiesta.

A Luisa todavía le queda mucho por vivir, con alegría y nostalgia recuerda épocas remotas. Cuando habla y recuerda su pasado, se emociona y agradece por todo lo que ha vivido. Sabe que su vida no fue fácil y que siempre tuvo que salir a trabajar para poder comer y darles de comer a sus hijos.

Hoy vive y festeja cada año más de vida como si fuera el último porque es consciente que puede serlo.

Fuente: Prensa municipal.