
De esta manera, y por segunda vez a nivel provincial, los vecinos consiguieron que se escuche el reclamo para poner fin a la ordenanza que facultaba al intendente, Andrés Peressini, a realizar acciones directas sin pasar por la aprobación del Concejo.
"Esta Ordenanza la llamamos del ajustazo y le dio superpoderes al intendente. Por esta iniciativa popular juntamos más del 20% de las firmas, unas casi 7.000 para que lo trate hoy y eso habilitó este proceso", dijo un vecino y agregó que les aumentaron drásticamente los impuestos.
Minutos antes de comenzar, un centenar de vecinos se reunió en la puerta del recinto, pero pocos pudieron ingresar. Cuando se iba a realizar la apertura se cortó la luz y el malestar de los vecinos explotó de inmediato. Mientras, algunos concejales de la oposición pedían calma y aseguraban que no se irían de allí hasta que no se lleve a cabo la sesión.
La presidente del Concejo Edith Cárcamo gestionó un grupo electrógeno. "No somos tontos, sabemos que juntaron las firmas y que se va a derogar. Lejos estamos de hacer esto, cuando mucho podemos vetarlo", dijo Cárcamo.
En la oscuridad, alguien propuso traer luz de la cuadra de enfrente, pero también se cortó en esa zona. Otros pidieron a los bomberos un grupo electrógeno que media hora más tarde hizo la luz nuevamente en el recinto.
Cuando retomaron, la resolución no se hizo esperar. Se procedió a la votación y la nota la dieron los concejales de Libres del Sur, un bloque que por lo general es aliado del intendente, pero en este caso votó en contra.
Según un asesor de la oposición, al intendente Andrés Peressini, le queda por delante el mecanismo del veto para recuperar la ordenanza, aunque no creían que lo lleve a cabo después una mayoría calificada vote para derogarla.
Cuando la jornada, de casi dos horas, llegó a su fin los vecinos festejaron en la calle el logro de una iniciativa popular y el compromiso de todos los que durante el verano se acercaron a firmar.
Fuente: diario Río Negro.
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