
Las escuelas son las primarias 266 y 234, y el CEPM 56 (secundaria). En la zona de influencia de todos los establecimientos, la operadora del área Pluspetrol ha dado señales para tener una activa presencia entre los vecinos con ayuda directa entre la población y los establecimientos.
Por caso, entregó libros de literatura infantil, mobiliarios, computadoras, instrumentos musicales. Además, hizo refacciones en algunas aulas. Implementa un plan de salud comunitario, que también se extiende en las escuelas y los centros de salud del área. Así busca atenuar en parte las inquietudes de algunos vecinos.
La Escuela 266 del barrio Los Hornos tiene justo en frente las cañerías de un pozo de gas. Hace un tiempo también se registraron otras perforaciones, pero no todos los padres se percataron de esos "nuevos vecinos", los gigantes de hierro con forma de cigüeña.
Al mediodía, los padres se acercan a buscar a sus hijos en bicicleta, en auto o caminando. Pablo es uno de ellos. Frente a uno de los pozos, con mucha tranquilidad, espera los minutos que faltan para que salga su hija, alumna de 4º grado.
"Lo que me da más temor es la posibilidad de contaminación; igualmente, tengo entendido que el Municipio tenía un arreglo para que la empresa dejara una obra para beneficiar al barrio", se resigna el hombre.
A Emilio, padre de otra alumna y vecino del barrio Primero de Febrero, la cercanía de la escuela donde va su hija con un pozo de gas le recuerda la explosión de julio del 2013. El pozo tardó varios días en apagarse, luego de la intervención de bomberos y empresas especializadas mientras todo el barrio estaba en vilo y con miedo.
"Te genera mucha incertidumbre, no sabés si un día explota y volamos todos. Y eso, más allá de la contaminación que puede traer, como en la Escuela 301 donde no se puede tomar el agua, y el olor es tremendo", cuenta Paola, maestra del colegio. Su colega, María Inés, agregó que igualmente están acostumbradas. "Ya tenemos naturalizado convivir con el pozo", dice.
Los pozos cercanos al CPEM 56 están a unos 150 metros en el barrio 108 Viviendas. María Luján Gómez, su vicedirectora, comenta que nunca tuvieron problemas y que los padres no se preocupan.
La Escuela 234 está sobre la calle Río Colorado, que divide Neuquén con Plottier. Por esa calle pasan camiones de manera constante. En diagonal, a escasos metros hay otro pozo de gas.
Miriam Gutiérrez, directora del establecimiento, afirma que los padres están tranquilos ante la cercanía del pozo y que la empresa Pluspetrol todos los años les recuerda que están dispuestos a darles charlas de información a los papás que tengan dudas. Lo que pasa con las escuelas se replica en otras áreas de la Confluencia, incluso en los límites entre Plottier y Neuquén, en Colonia Rural Nueva esperanza, donde los pozos también están junto a las casas.
Fuente: LM Neuquén.
Compartinos tu opinión