
El secretario general del gremio docente, Marcelo Guagliardo, dijo a LM Neuquén que es un tema que está en su agenda por la necesidad que tiene la comunidad educativa, al punto de que lo incorporaron a las mesas de negociación de este año como un punto a tratar.
El dirigente sindical sostuvo que hay una gran cantidad de niños, de entre 3 y 5 años, que están a la espera de esas aulas. “Algunos lugares no están en condiciones para que los chicos tomen clases. Esto se da en distintos puntos de la provincia, como por ejemplo Plottier”, contó.
Guagliardo aseguró que la pérdida de las paritarias nacionales docentes y la aplicación del ajuste del gobierno nacional impactaron directamente sobre las obras. “Habían empezado con siete u ocho jardines, pero no terminaron ninguno. Evidentemente, repercutió sobre el presupuesto”, sostuvo.
La historia comenzó a fines de 2016, cuando una UTE -conformada por las empresas Escarabajal Ingeniería y Bahía Blanca Viviendas- ganó la licitación de las zonas pampeana y patagónica, haciéndose con las obras de los establecimientos escolares de 10 provincias.
Las firmas no pudieron afrontar el compromiso asumido, que requería construir todos los jardines de manera simultánea. Esta problemática se repitió en provincias como Santa Fe y Córdoba, donde los jardines que prometió Nación no se terminaron.
Desde hace algunos meses, la ministra de Educación, Cristina Storioni, le reclama al gobierno nacional que las aulas se construyan en el corto plazo, ya que es una necesidad de los ciudadanos de la provincia. Sin embargo, todo parece estar en un limbo.
Recientemente, el Ministerio de Educación de la Nación reconoció que hay demoras en la ejecución de los plazos establecidos, pero responsabilizó exclusivamente a la empresa contratista que se debía encargar de los trabajos.
Además, desde la cartera educativa aseguraron que tratarán de evitar la rescisión del contrato.
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