La insólita noticia se había dado a conocer días atrás luego de que familias de ese barrio de Plottier contaron que estaban indignadas porque no podían llevar a sus hijos a vacunarse a la sala del barrio.

Francisco Facci, director del Hospital de Plottier, informó que el Comité de Bioética de Salud le confirmó que no se podía catalogar como objeción de conciencia si un enfermero no estaba dispuesto a vacunar a los niños y niñas contra el coronavirus.

“Con esa resolución nos reunimos con este enfermero quien nos explicó que había tenido dudas sobre la aplicación de la vacuna a menores pero que ahora ya se había informado mejor y estaba dispuesto a continuar con el plan de vacunación”, relató Facci.

El director del hospital contó además que estaban dispuestos a correr de área a este trabajador, pero que al final no será necesario por su cambio de opinión.

Este enfermero había leído los dictámenes de la ANMAT y también de la Sociedad Argentina de Pediatría y ahí despejó las dudas sobre la vacuna contra el COVID.

Facci aseguró que el hombre pidió disculpas y que admitió que “nunca” había querido dejar de vacunar.

Las dudas que este enfermero había tenido sobre la aplicación a menores de la vacuna se las transmitió a varios vecinos y vecinas del barrio, pero fue alguno de ellos el que no recibió de buen modo su pensamiento por lo que decidió difundirlo y así llegó a oídos de las autoridades sanitarias quienes rápidamente tomaron cartas en el asunto.