Momentos de extrema tensión se vivieron el pasado lunes 25 de octubre cuando Guillermo Alvarez, en un intento desesperado por conseguir justicia para su hermano atropellado en el año 2009, se rociara con combustible y amenazara con prenderse fuego.
Guillermo se encontraba en el Parque Central de la ciudad de Neuquén y luego de rociarse con combustible, amenazó con quemarse si se cerraba la causa por la muerte de su hermano, quien perdió la vida en un accidente de tránsito sobre la Ruta 22 a la altura de Plottier.
“Lo hice como un último recurso para ser escuchado”, contó Alvarez a Limay Noticias. Finalmente, el joven desistió de su propósito cuando se acercó el fiscal Ignacio Dimaggio, quien se comprometió a ver el expediente judicial.
Cabe recordar que en el mes de enero de 2010, Guillermo Alvarez ya había realizado una caminata de más de 1200 kilómetros hasta Buenos Aires en reclamo de justicia, con la esperanza de ser escuchado por las autoridades.
Aquella travesía comenzó el 22 de enero en nuestra ciudad, llegando el 26 de febrero a Capital y entregando un petitorio a varios diputados nacionales el 1 de marzo de 2010. En el pedido, que llevó el acompañamiento de más de 2400 firmas, se solicitó a los legisladores nacionales una reforma penal que contemple penas más severas para los conductores irresponsables.
En este sentido, lo que se exige es que el Congreso Nacional modifique el Código Penal e incluya penas de prisión más duras para conductores negligentes de vehículos, solicitándole a la Justicia la modificación del artículo 84 del Código Penal Argentino para que los conductores involucrados en muertes por accidentes de tránsito sean imputados por delitos que contemplen penas mayores a cinco años de prisión y de cumplimiento efectivo.
Fue entonces, que ante la negligencia y falta de respuesta de sus reclamos de justicia que Guillermo intentó prenderse fuego, pero pudo ser convencido por policías y el compromiso del fiscal de revisar el expediente sobre la muerte de su hermano.