Violencia inusitada es la que está presenciando nuestra localidad en el último tiempo producto del conflicto entre el gremio ATE y el gobierno local. La misma fue incrementando su nivel a tal punto que el pasado viernes 10 de agosto atacaron a golpes al Secretario de Gobierno, Gerardo Cugliandolo.
Como si esto fuera poco, los gremialistas bloquearon el acceso de su vivienda y mantuvieron cautiva a su familia por aproximadamente 18 horas.
Además, causaron destrozos en el frente del domicilio y rompieron tres ventanas del lugar. Los vehículos estacionados también sufrieron destrozos de cristales, pinchaduras de neumáticos y escrituras en sus laterales en el momento que la Policía Provincial intervino para desalojarlos la madrugada del sábado 11 de agosto.
Los 17 manifestantes emprendieron la retirada del lugar cuando los efectivos llegaron y comenzaron a disparar hacia el cielo cartuchos animultos. "La orden fue cumplida sin ejercer el uso de la fuerza ni ningún tipo de violencia", expresó el comisario Natalio Rivera, a cargo de la Dirección de Seguridad.
Sin embargo, y pese a las declaraciones, la referente gremial, Pilar Sagredo indicó que fueron desalojados "violentamente", y producto de los disparos "dos compañeros fueron heridos en las piernas por las balas de goma que utilizaron".
El intendente Andrés Peressini aseguró ayer que se hicieron todas las denuncias policiales pertinentes pero además señaló que se abrirán sumarios administrativos a todos los empleados indentificados. “Fue una actitud patoteril”, aseguró el jefe comunal.
Peressini reconoció que sólo se pudo pagar el salario de unos 500 empleados, y culpó al déficit que heredó de la gestión de Sergio Gallia, anterior intendente. También aseguró que le presentaron a la Provincia un plan de saneamiento de cuentas para fin de año, con la intención de conseguir ayuda.
Fuente: La Mañana de Neuquén.