El pasado miércoles 29 de agosto el Concejo Deliberante de la ciudad declaró a la comuna en situación de emergencia económica, producto del delicado panorama que se vivencia en la localidad desde hace algunos meses.
Por tal motivo, desde la intendencia se planea llevar adelante una serie de medidas para combatir la complicada situación económica y financiera, la cual fue heredada de la gestión del ex intendente Sergio Gallia.
Parte del ajuste propone reducir el salario de la planta política en un 10%, la suspensión de pagos a proveedores por 180 días, el despido de 15 empleados por parte del Ejecutivo y un programa de retiro voluntario.
Por su parte, los gremios reclaman que se revisen los salarios de los concejales, ya que son de 15.000 y 18.000 pesos en bruto.
El panorama financiero es tan complicado que la semana entrante la comuna deberá abonar el salario de 1.100 empleados, y para poder hacerlo necesita $1.500.00.
Con respecto a los cambios en los tributos impactarán más entre los grandes comercios y los autos de alta gama.