El pasado martes 4 de septiembre un grupo de policías encargados de realizar las requisas diarias detectó en horas de la tarde que una de las celdas donde se encontraba un interno tenía los barrotes limados.
El personal encargado de llevar a cabo las tareas de requisa corresponde a la U11 y fue alrededor de las 17 horas cuando divisó que uno de los ventanucos de una celda que daba al patio interior de la Comisaría 46 tenía los barrotes cortados.
La celda pertenece a un interno que está cumpliendo una condena por robo calificado.
Según indicaron fuentes policiales al Diario La Mañana de Neuquén, los barrotes cortados habían sido colocados y camuflados con una mezcla compuesta con agua, jabón y tierra con el objetivo de poder removerlos durante la noche.
El encargado del destacamento policial informó que "no se sabe cuantos no son los presos involucrados en el hecho" y "que difícilmente hubiesen podido huir del patio interno".
En el lugar se secuestraron tres sierras y un jabón.