Opinión

La Columna de Torchio

Coggiola, un concejal pintoresco. Su extensa trayectoria como concejal y funcionario letrado del Municipio. Buscando la paja en el ojo ajeno. Municipalidad pobre, funcionarios ricos.

Por Darío Torchio

Analizando el trabajo legislativo de los distintos bloques en el Concejo Deliberante se ve que el más productivo es el de Panune. Quien lleva la voz cantante en las sesiones es el Dr. Carlos Coggiola y se puede suponer que es quien genera la gran cantidad de proyectos presentados.

Su actuación y trayectoria es digna de analizar ya que, entre otros, ha presentado proyectos para reglamentar la Carta Orgánica Municipal. Esta norma rige desde comienzos 1995 y el mismo Coggiola trabajó como asesor en la redacción de la misma.

A partir de allí fue asesor o secretario legal durante los 10 años de gestión Gallia, 4 años concejal bajo Pilar Gómez y nuevamente concejal desde diciembre de 2011 a la fecha.
Sin dudas el Dr. Coggiola ha sido una de las personas que ha tenido más persistencia en la gestión pública en la historia de Plottier ya que de los últimos 17 años ha tenido cargos destacados, electos o no, durante 15.

Sorprende el celo mostrado en estos 11 meses de gestión Peressini con sus pedidos de investigación sobre distintos temas incluida la compra de camiones que lo llevó a denunciar penalmente al intendente.

Ahora toma la bandera de la reglamentación de algunos artículos de la Carta Orgánica tema que no le interesó en lo más mínimo durante sus anteriores 14 años como funcionario.

El 7/11 el Concejo aprobó en forma unánime su proyecto de autarquía económica para el mismo cosa sin dudas muy importante ya que el manejo de los fondos y el no pago de dietas de los concejales se puede usar como herramienta del ejecutivo para presionar políticamente.

En octubre se aprobó la reglamentación del art. 78 de la COM sobre la remoción o juicio político de funcionarios electos o designados. El bloque radical se opuso cosa que también sorprende ya que la falta de esta reglamentación era un déficit de nuestra legislación para hacer más transparente a cualquier gestión. Sin dudas que ellos podrían hablar de oportunismo político por el momento en que se propone pero no negar la necesidad del juicio político.

Al cierre de esta edición el intendente ha vetado parcialmente la ordenanza lo que parece un nuevo error político ya que los 9 votos de la oposición sobran para rechazar ese veto y promulgar automáticamente la ordenanza.

La trayectoria de Coggiola es como mínimo pintoresca para no usar un término más antipático. En 2000 defendió apasionadamente la inocencia de Gallia por el mismo delito que ahora denuncia a Peressini, contratación directa sin llamado a licitación.

En 2005, gestión Pilar Gómez, como concejal fue la primera espada en la defensa del megaproyecto “Los Canales” siendo supuestamente representante de la oposición. En realidad fue la única voz que intentó fundamentar en el Concejo los méritos inexistentes de este proyecto cuando un grupo de vecinos se opuso. Por fin se aprobó en tiempo record, con una documentación muy pobre y por vía de excepción violando todas las ordenanzas vigentes.

Un ejemplo del papel de la Secretaría Legal del Municipio se puede ver en la muy pobre defensa ante el amparo que dio la razón a Los Canales el año pasado para conectarse a nuestras cloacas. Dice la sentencia que no ofreció pruebas, no dio ningún argumento salvo el expresado en la pésima ordenanza de anulación (”a pedido de los vecinos”) ni objetó las incoherencias de la presentación de la empresa como que fue notificada de la vigencia de la ordenanza cuestionada (lo que le daba derechos) tres días antes de su publicación en el Boletín Oficial. Tampoco aprovechó el pedido de la empresa en forma subsidiaria para que se dejara en suspenso el tema cloacas, reconociendo de alguna manera que los vecinos tenían razón, y quedara vigente el resto de la ordenanza que era lo que le provocaba perjuicio económico inmediato.

Todo esto podría confirmar los dichos en las redes sociales de personas allegadas a la anterior gestión sobre que “todos sabíamos que la ordenanza se anulaba para la gilada, ya estaba todo arreglado”.

En esa misma ordenanza que los vecinos intentaron anular el municipio llegó a un acuerdo amistoso con la empresa por la urbanización de las islas 123 y 124. Cuando se debatía este proyecto en el Concejo el Secretario Legal dijo a los concejales que el juicio que se tramitaba en el TSJ “estaba perdido” así que convenía ese arreglo. La Municipalidad lo daba por perdido pero la empresa se haría cargo de los gastos incluidos los honorarios (o gastos ya que no habría regulación judicial) del abogado de la Municipalidad. Conociendo la actitud de Taylor hacia el dinero sorprende que se hiciera cargo de esos honorarios sabiendo que si ganaba el juicio los tendría que pagar el Municipio.

La Secretaría Legal del Municipio pudo ganar o perder juicios pero el secretario o su familia igual ganaron. En junio de 2011 dio en pago a su esposa Valeria Suarez $262.182,80 a cuenta de honorarios en la demanda “Ballis” que perdió la municipalidad, cifra impresionante para un solo juicio. Suarez es abogada empleada en planta permanente y hoy asesora de su tía Graciela Suarez, presidenta del Concejo. ¿A cuánto habrá ascendido la cifra total cobrada por la familia a lo largo de estos años? Parecería que cuando más se empobrecen los organismos públicos más se enriquecen algunos funcionarios.

De la Secretaría Legal y Técnica dependía la Auditoría Técnica a cargo de Balderrama donde se aprobaron los expedientes (muchos desaparecidos del archivo) sobre las maniobras más oscuras de la gestión Gallia. Como ejemplo, muchos loteos por vía de excepción y la venta de toda la tierra fiscal que recibió la Municipalidad en 2006 incluidas algunas fracciones que eran de dominio público como las del camping La Herradura y parte del Nepen Hue.

Se podrían seguir enumerando hechos destacados en su curriculum ya que fue el principal asesor de la peor gestión de la historia de Plottier (Gallia 2007/11) pero sería muy aburrido para el lector.

Plottier tiene espaldas anchas y poca memoria pero igual llama la atención que este pintoresco personaje se haya transformado de pronto en el más duro fiscal de la actual gestión de la que aprovecha los errores que ha cometido, muchas veces por inexperiencia.

Autor: Horacio Beascochea

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