Nuestra ciudad cumple 78 años, luego de aquel 26 de marzo de 1935 fuera fundada por el doctor Alberto Plottier.

En los últimos años, creció a pasos agigantados en población y en superficie, convirtiéndose así en la cuarta localidad de la Provincia del Neuquén.

El 77º aniversario de la ciudad estuvo marcado por los conflictos, los números en rojo y las situaciones problematicas que debía atravesar por entonces la nueva gestión a cargo de Andrés Peressini.

Sin embargo, a poco más de un año, el jefe comunal afirma que la ciudad se abre camino a "la madurez económica" y agrega que "el eje de nuestra gestión es lograr que Plottier crezca en forma ordenada, planificada, y que los vecinos se sientan conformes de vivir en la ciudad".

De la mano del cambio en la madurez económica también se destaca el crecimiento de las licencias comerciales, ya que Plottier cuenta con 1200 habilitadas y 800 en trámite. Por este motivo, son muchos los comerciantes que han decidido instalarse en la ciudad en los últimos años.

La principal producción del lugar es frutícola, predominando los cultivos de peras y manzanas. La zona está constituida por chacras que por lo general no superan las 10 ha de extensión, lo cual suele ser catalogado como unidades de producción excesivamente pequeñas. Aunque la mayoría de los colonos son solamente productores, existen varios que cuentan con plantas de empaque, y algunas cooperativas que cuentan con empacadoras y acopiadoras que agrupan a varios colonos. Solamente el 20% de la producción se industrializa, y del total un 60% se exporta.

Los lugares que se recuperaron en el último tiempo hicieron hincapié en la cultura: talleres, cursos de capacitación, espectáculos artísticos y revalorización de los artistas locales.

Como destacado, la Expo Plottier retornó a sus orígenes de la mano del espacio que se le brindó a los productores y artesanos. Sumado a la excelente propuesta artística.

En cuanto a lo deportivo se destaca la escuela de kayak que cumplirá sus dos décadas de existencia, donde alberga a un centenar de jóvenes y adultos que utilizan las aguas del Limay para competir.

Plottier crece a pasos agigantados y el deseo de todos los vecinos es que la prosperidad sea equitativa y reine la paz social.