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Luego del desalojo continúan los cruces y la tensión

Los ocupantes, que fueron desalojados el lunes, dicen que volverán a las calles y que no claudicarán. Mientras, Peressini repitió que se trató de una "toma política de usurpadores profesionales", y que mantendrá el proyecto de reubicar familias en la zona de bardas.

Peressini dejó en claro que su gobierno "siempre escuchó y le dio soluciones a los vecinos", y en diálogo con radio LU 5 dijo que durante su etapa al frente del Ejecutivo municipal entregó 1.200 tenencias de terreno y 400 lotes sociales.

También dejó en claro que su objetivo está en las 920 hectáreas de la zona de barda, un proyecto de expropiación que se encuentra en la comisión de Asuntos Municipales de la Legislatura, y que es resistido por los ocupantes.

De allí, según Peressini, saldrían unos 2.000 loteos sociales.

Los representantes de las 150 familias que se instalaron en lo que fue bautizado como toma "Hijos del Chacay" exigen una definición y juran que volverán a la "lucha".

Ayer la diputada del FIT Gabriela Supicich, que acompañó desde el inicio el reclamos de estos vecinos, señaló que el encuentro que los vecinos mantuvieron con funcionarios de gobierno no arrojó ningún resultado en cuanto a satisfacer las demanda de las familias desalojadas del predio.

Mientras tanto, Peressini continúo disparando con munición gruesa: "No es sólo un reclamo de tierras, es una acción política de destrucción orientada por gente que se aprovecha de la necesidad de los vecinos en tiempos políticos (...), aseguró.

Sostuvo que "nos juntaremos todas las veces que sea necesario con los vecinos que necesitan, pero no con los especuladores inmobiliarios y con los tomeros profesionales que hacen de esto, un negocio inmobiliario", criticó el jefe comunal.

Peressini está convencido que la toma tuvo estrictas motivaciones políticas y que son "sólo unas diez familias las que verdaderamente necesitan los terrenos. Lo demás es especulación", afirmó.

Lo cierto es que el lunes unos 200 policías irrumpieron en estas codiciadas cuatro hectáreas y desalojaron a sus ocupantes, como se describió en la edición de la víspera. Hubo algunos enfrentamientos, balas de gomas y mucho malestar.

De ahí, los ocupantes se dirigieron al Concejo Deliberante y el edificio municipal, donde realizaron destrozos.

Autor: Sergio Garro

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