Actualidad

Reina la tensión e incertidumbre luego del violento desalojo en el Chacay

El Concejo Deliberante y el Municipio permanecieron cerrados, con un importante cordón policial que buscaba resguardar ambos edificios públicos. El predio usurpado permaneció con una imponente guardia policial.

En las calles todavía había desparramadas muchas vainas de las postas de goma que se habían arrojado el lunes por la noche y se podían ver los rastros del fuego sobre pastizales y árboles.

La posibilidad de una nueva toma ya sea en el mismo sector, en otra chacra cercana de una familia llamada Giménez o en otro lugar, estaba latente.

Fueron los mismos jóvenes quienes habían sido desalojados de la chacra de Carlos Mena el lunes 20 de julio los que decidieron volver a intentar reclamar por una vivienda. En su mayoría son familiares de los vecinos de ese barrio y viven con ellos compartiendo casas entre 2 y 3 familias.

Alrededor de las 20 los manifestantes se apostaron una cuadra antes de la toma denominada “Hijos del Chacay”, en el bulevar, enfrente a la antena de LU5. Ayer, uno de los ocupantes comentó que la idea era reclamar respuestas del Gobierno ante la necesidad de vivienda y que cuando llegó la Policía les dijeron que se iban a quedar ahí. Unas dos horas más tarde comenzó la balacera que se extendió hasta pasadas las 2 de la madrugada y provocó 20 heridos entre los usurpadores.
“Empezaron a tirar gases lacrimógenos, no se podía respirar. Había chicos, abuelos, no les importaba nada”, aseguró Richard, uno de los ocupantes, quien además mostró como los balines rompieron los vidrios de las casas y de los autos que estaban estacionados.

Por su parte, el subsecretario de Seguridad, Gustavo Pereyra, informó que primero eran unas 20 las personas que intentaban tomar esa franja de tierra, y luego llegaron a ser 60.

“Por lo menos fueron 20 las bombas molotov que esta gente arrojó contra los efectivos. Tengo varios policías lesionados y cuatro con cortes importantes al recibir piedrazos”, describió.

Pereyra desmintió que “haya habido una represión brutal” contra las personas que intentaron tomar el predio. “Lo que sí hubo es un restablecimiento del orden”, afirmó. El funcionario agregó que “desde el gobierno provincial repudiamos que se incite a la violencia”.

Explicó que la otra opción que tenían era dejar librado al azar el lugar pero que decidieron defenderlo.

Fuente: LM Neuquén.

Autor: Sergio Garro

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web