"Pasamos de prácticamente cerrar el servicio, tras la resistencia de unificar la maternidad con el hospital Heller, a asistir unos 7 partos en el 2013 y a unos 30 en promedio por mes en la actualidad. Para nosotros ha sido todo un logro. Hoy la realidad es distinta y estamos luchando para que sea mejor", señaló la jefa del servicio de Tocoginecología del hospital de Plottier, Natalia Álvarez.
Explicó que se derivan al hospital Heller entre 150 y 200 embarazadas porque no hacen inducción -que es forzar a través de medicamentos el trabajo de parto- porque para ello se deben garantizar condiciones obstétricas y neonatales.
La apertura del quirófano fue recién en abril de este año y eso les posibilitó resolver situaciones obstétricas de cesáreas programadas sin patologías fetal o materna. Dijo que esa fue otra de las batallas, la primera fue el traslado del hospital y posterior apertura de internaciones con todos los servicios, hace unos tres años.
"En el 2012 el quirófano era un depósito y la realidad era que estaba muy lejos de abrirse. Por entonces se nos planteó la unificación de la maternidad con la del Heller y se resistió. La gente de la localidad no podía entender que cuando tenían el hospital viejo se atendieran partos y que a pesar de tener uno nuevo no fueran a nacer más niños en Plottier", relató la tocoginecóloga.
La jefa del servicio indicó que el objetivo es seguir creciendo y disminuir las derivaciones. "Vamos a hacer lo imposible para seguir creciendo y en marzo empezaremos con las inducciones, no por capricho sino por necesidad", advirtió la profesional.
Fuente: LM Neuquén.