Desde las 21 del lunes hasta las 2:30 de ayer los vecinos trabajaron incesantemente, a la par de unos 50 Bomberos de la Policía de Neuquén y del cuartel de Voluntarios de Plottier, para aplacar la intensidad del fuego.
“Fue como ver un volcán en erupción, parecía una lluvia de fuego”, relata Hugo Clabería, uno de los habitantes del barrio que sintió el calor de cerca y quien contribuyó a baldazos para contener los focos.
La situación fue desesperante y no solo para los vecinos del Verde Limay: también los bañistas que estaban a orillas del río corrieron a sofocar el siniestro con los recipientes que tenían a mano.
El fuego alcanzó un sector conocido como “la isla de Miguel”, que pertenece a Plottier y al cual se accede por la calle Futaleufú a unos 2.500 metros de la ruta 22, en cercanías al puente de Las Perlas. Allí existe una laguna que ofició de cortafuego. Pero el contexto climático poco contribuyó: las ráfagas de viento que se sintieron durante toda la jornada dificultaron las labores de los bomberos y provocaron que las cenizas se propaguen encendidas. Por ese motivo debieron asistir con los camiones hidrantes a las moradores del barrio, arrojando agua sobre algunos techos de madera y corrales con animales que se ubican en las inmediaciones.
Foto: diario RN.