Policiales

Asaltaron a un comerciante, le asestaron 6 puñaladas y le dejaron el cuchillo clavado en la panza

Pasada la medianoche, un comerciante de la ciudad realizó su tradicional recorrido sin saber que le esperaba un desenlace casi fatal. Un grupo de delincuentes lo apuñalaron, y se llevaron el bolso de dinero con la recaudación del día.

“Es mi único hijo, mirá si me lo mataban”, sostuvo Enrique, el padre de un comerciante de Plottier que se salvó de milagro tras ser atacado por tres ladrones en la puerta de su casa. Lo apuñalaron seis veces, incluso le dejaron un cuchillo clavado en el abdomen, y le sacaron un bolso con la recaudación del día. Fue operado y ahora se encuentra internado en el hospital Castro Rendón.

Como todas las noches, un comerciante de 35 años cerró su almacén, alcanzó a una empleada hasta su casa y luego se dirigió a su casa en el barrio Hunter I.

Todos sus movimientos fueron automáticos, casi inconscientes. Estacionó, abrió la puerta, bajó un par de cosas y cuando volvió a abrir la puerta para buscar lo que había dejado en el auto, fue sorprendido por tres hombres encapuchados y con ropa oscura, tal como describió su padre.

“Lo empezaron a golpear, mi hijo se defendió como pudo, pero cuando le sacaron el bolso con el dinero se fueron”, destacó el hombre de 62 años, sumamente preocupado por la situación.

“A las 00:14 me llamó para que vaya a la casa a ayudarlo y en el camino avisé a la Policía, que vino enseguida”, recordó Enrique.

Una vez en la vivienda, el padre se encontró con el peor panorama: su hijo estaba todo ensangrentado. Tenía dos golpes en la cabeza, tres puñaladas en la espalda y tres en el pecho que le comprometieron el intestino delgado y el pulmón, de acuerdo con el informe que le entregaron los médicos.

Debido a la gravedad de las heridas, el hombre fue derivado de urgencia al hospital regional Castro Rendón, donde fue intervenido de urgencia. Se supo que los médicos debieron extraerle el cuchillo con el que lo habían atacado, porque se lo habían dejado enterrado después de darle la última puñalada en la zona abdominal.

Enrique agradeció la labor de los profesionales del hospital regional que le salvaron la vida a su hijo y a los policías, por su rápida intervención.

El hecho no pasó desapercibido en el barrio, donde los vecinos ayer a la tarde se reunieron en la calle en forma espontánea.

Más allá de comentar el violento episodio, charlaron sobre organizarse y crearon un grupo de WhatsApp para estar alertas.

Autor: Sergio Garro

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