El 6 de abril pasado el intendente Andrés Peressini, junto a varios de sus funcionarios, cortó la cinta con la que dejó reinaugurado el espacio luego de dos meses de reparaciones. Pero desde entonces, los comerciantes que antes trabajaban ahí aún esperan novedades sobre su regreso.
Hace menos de un mes el Ejecutivo elevó al Concejo deliberante un proyecto para concesionar los boxes donde funcionarán cada una de las empresas y un kiosco y un bar. Pero ese proyecto aún es analizado entre los concejales.
Cada empresa de transporte deberá pagar cerca de 12 mil pesos mensuales por el alquiler del espacio. Y aunque esa información aún no les llegó a ellos, ya adelantaron que sus ventas bajaron considerablemente.
Roberto Brito, uno de los concesionarios, recordó que durante los primeros 4 años de gestión de Peressini nadie les regularizó el alquiler, por lo que no abonaron nada. “Con cuatro meses cerrados nosotros perdimos muchos clientes. Seguimos trabajando sólo a pulmón y ahora necesitamos por lo menos que nos den tres meses de gracia, para al menos recuperar los usuarios y recién ahí empezar a pagar”, consideró.
La mayoría de los usuarios, ante la falta de un resguardo para esperar o bajar del micro, deciden comprar sus boletos en la terminal de Neuquén. Los que insisten en tomarlo en la ciudad igualmente se quejan habitualmente por las condiciones edilicias.
Esto sucede desde que la terminal quedó fuera de servicio. No será una tarea tan sencilla revertir este fenómeno que ya se hizo costumbre en gran parte de la ciudad de Plottier.