Árboles y una decena de postes de cables en riesgo fue el resultado del viento de ayer que tuvo su ráfaga más fuerte diez minutos antes de las 13, con 100 kilómetros por hora.
También la Universidad Nacional del Comahue declaró asueto por lo que no hubo actividad en el complejo situado en Buenos Aires 1.400 en la zona más alta de la ciudad.
El gobierno de la provincia se dedicó a emitir partes con cierta periodicidad en los que informó sobre el pronóstico de la AIC.
Raúl Ricard, director de Defensa Civil, informó que como consecuencia de las fuertes ráfagas cayeron dos álamos en el barrio Confluencia y que con apoyo de maquinaria se sacaría por la tarde a un tercero que estaba a punto de desplomarse sobre calle Aramendi al 355.
Indicó que también cayeron árboles en Toma Norte y que hubo que extraer uno de grandes proporciones en calle Corrientes 2131 porque “estaba inestable y se movía de un lado a otro con el viento, y por la misma situación se sacó un paraíso de vereda en el barrio Santa Genoveva”.
Además cayeron sobre la vía pública gajos grandes de un sauce en Carlos H. Rodríguez 868, dos ramas sobre cables del tendido eléctrico en Luis Beltrán al 2000 del barrio La Sirena y también en Luis Beltrán y Chaneton.
Informó sobre el corte de un cable de baja tensión a la altura de la cabecera de la línea 7B del transporte público de pasajeros, detrás de la cancha de Maronese, para lo cual se dio inmediata intervención a CALF.
“La ráfaga de viento más fuerte se produjo a las 12.50, tuvo una intensidad de 100 kilómetros”, precisó para señalar que la intensidad de los golpes de viento “es tan fuerte que quebró el semáforo ubicado en Avenida Olascoaga y Planas”.
En Plottier se detectaron dos focos de incendios en zonas de chacras situadas a pocos metros de la ruta 22 pero fueron rápidamente sofocados por los bomberos voluntarios de la localidad.