El negocio funcionaba en la calle Antú al 400 en el barrio 1º de Febrero de Plottier y los vecinos ya habían disparado el alerta. La Dirección de Antinarcóticos de inmediato puso una brigada a trabajar en el sector.

El comisario inspector Ricardo Caro, jefe de la unidad, detalló que por orden de la Justicia Federal el procedimiento se realizó, en una vivienda del barrio Primero de Febrero, en el margen noroeste de la ciudad, frente al cementerio.

Explicó que se trataba de una casa de familia sencilla que “era investigada hace un tiempo, un mes aproximadamente, por una causa de micro tráfico o como se conoce comúnmente era un kiosco clandestino”.

Indicó que al ingresar se encontraron 25 dosis de cocaína, cuyo peso varía entre medio y un gramo por fracción y que estaban divididas en baguyos de nailon, además de 36.000 pesos que estiman que podría ser producto de la comercialización de la droga.

También incautaron una camioneta Amarok y una pistola 9 milímetros que no estaba con su numeración limada, pero no tenía ningún tipo de documentación. Junto al arma había 97 municiones del mismo calibre.

Por el hecho se detuvo a los tres investigados, dos hombres y una mujer, todos mayores de edad, que luego de ser notificados por el Juzgado Federal Nº 2 de Neuquén, recuperaron su libertad. Caro indicó que las investigaciones se realizaron entre la policía y la Fiscalía Federal Nº 1 a cargo de José María Darquier.

La dosis de cocaína se comercializa a 500 pesos en Neuquén y varía entre medio y un gramo.

Según la Policía se ha modificado la modalidad de venta de drogas. Ahora se opta por tener cantidades menores en los domicilios porque el riesgo a perder la mercadería es mayor ya que hay más operativos.