El carnicero que se hizo famoso luego de mantener el valor del asado sin cambios durante más de un año sigue con su estrategia basada en un mercado agigantado por precios bajos apalancados por márgenes de rentabilidad más cortos.
Desde que abrió su carnicería hace más de tres años en Plottier, tuvo entre su clientela a vecinos de Neuquén e incluso de otras localidades como Cipolletti, Cinco Saltos o Senillosa. Dice que tenía pendiente acercar su carne a la clientela.
“Ya habían venido mis hijos y uno de mis nietos con sus negocios, pero yo aún no. Así que me faltaba abrir la carnicería en Neuquén”, contó “el abuelo”. Prometió que será “la última aventura” porque está un “poco complicado, pero feliz”.
Domingo le dijo a este diario que mantuvo los precios durante el último año “peleando con el proveedor y sin intermediarios”. Y reveló un secreto: “La carne que vendemos nosotros no pasa por varias manos, la carnean en buenos Aires y la mandan a mi carnicería”.
Actualmente tiene cinco cortes a 149 pesos el kilo. Se trata de la carnaza, el puchero, la carne picada, la falda y la aguja. Luego los cortes más caros salen 199 pesos y son el peceto, la nalga, el asado, el lomo, vacío y colita de cuadril.
“Yo no pretendo nada. Acá abrí esta nueva carnicería y solo espero que la gente venga a comprar lo que pueda”, expresó el carnicero, al referirse a su nuevo comercio, ubicado en Ortega y Gasset 4280, a pasos de Godoy.
Domingo relató que no deja el diezmo en la iglesia, se lo brinda a la gente con yapa, puesto que resigna el 20 por ciento de ingresos, aseguró, con los precios bajos.
El Abuelo siempre hace descuentos y según él, siempre le da buenos resultados. “Cuando más das, más recibís”, reflexionó.
Fuente: LM Neuquén.