La Casa de Plottier ya había sufrido un hecho de similares consecuencias hace algunos meses atrás.
Esta vez, delincuentes rompieron los vidrios de la oficina para ingresar. El ruido despertó a los vecinos cercanos, que dieron aviso a la Policía. Así, cuando los ladrones estaban por llevarse un CPU y un televisor, que ya habían bajado del soporte en la pared, escucharon las sirenas y huyeron despavoridos, dejando todo tirado en el suelo.
El 10 de julio del año pasado, un delincuente había logrado dar un golpe más certero. Tras romper el vidrio de la oficina con un ladrillo, se alzó con un televisor de 50 pulgadas sin ser detenido.
La oficina funciona como sede para que los vecinos de Plottier que trabajan en Neuquén puedan realizar trámites municipales.
Trascendió que el lugar no cuenta con un sistema de alarma ni cámaras de seguridad.