“Él cambió totalmente su aspecto desde que hice todos los escraches, no lo reconocí, ese es mi miedo. Era pelado y ahora tiene el pelo largo y se dejó la barba, totalmente irreconocible”, explicó la víctima de 25 años.
El pasado martes se realizó la audiencia donde el juez Gustavo Ravizzoli avaló el pedido de la fiscalía y acusó a Gustavo Vásquez por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas.
“Cuando la fiscal estaba narrando lo que pasó me quebré y se empezaron a caer las lágrimas, no podía con la situación”, señaló la joven, que estaba sentada a pocos metros del acusado.
“Todo el tiempo sentí la mirada clavada de él y era como que me escondía atrás de la fiscal porque mi sensación era de miedo”, apuntó la joven.
Fue la fiscal Verónica Zabala, con la posterior adhesión del querellante Nahuel Urra, quien narró el hecho ocurrido el 30 de enero en Plottier.
“Entre las 19 y las 21:30 amenazó y agredió a su pareja, ocasionándole múltiples heridas”, indicó la fiscal y detalló que el acusado arrojó a la víctima sobre la cama y comenzó a golpearla en diferentes partes del cuerpo.
Luego, Zabala describió Vásquez le amarró las manos con un cable de un amplificador y hasta le apoyó un cuchillo en el cuello mientras la amenazaba con matarla a ella y a su familia. “Le colocó un short en la boca y un almohadón en la cabeza”, afirmó la fiscal sobre el infierno que vivió la joven.
“Desde que lo denuncié estoy con consigna policial, me entregaron un botón antipánico y él tiene una restricción de 200 metros”, indicó la víctima, aunque apuntó que igual ha violado la medida.
“Me tuve que ir un tiempo de acá (Plottier), porque vivía con miedo, era insoportable, estuve internada con ataques de pánico”, sentenció angustiada por la situación.
Finalmente, la víctima concluyó: “Me fui a Buenos Aires por 15 días y seguía teniendo ataques. Acá todavía no puedo salir al súper por el miedo a cruzármelo”.