Sus primeros años como enfermera los hizo en una clínica en Cutral Co, luego allá por la década del 80 desembarcó en el Hospital de Plottier y hace 15 años que trabaja en El Chacay.

En ese humilde centro de salud de un sector pobre de la ciudad, Seguel vio crecer a los niños a quienes vacunó cuando eran bebés y luego los acompañó en su crecimiento.

“Todo lo que hago, lo hago con mucho amor. A muchos los conozco hace tiempo y me demuestran mucho cariño”, comentó Seguel, aún emocionada por el agasajo que organizaron para despedirla.

Roxana Vásquez, una de sus compañeras de trabajo contó que fueron muchos los vecinos que se organizaron y llevaron algo para compartir y pasar un almuerzo a puro recuerdos.

En su propio lugar de trabajo Patricia recibió flores y mucho agradecimiento por su labor durante tantos años.

Luego todos los presentes se trasladaron hasta la plaza del barrio donde le tenían una sorpresa a la enfermera. Descubrieron un cartel que dice “El corazoncito de Patricia Seguel” que quedará para que todos los nuevos vecinos la recuerden.