El cuerpo de la joven fue encontrado el 15 de septiembre de 2019 por dos pescadores en el río Limay, específicamente en la zona de China Muerta. Había sido mutilada y tenía rastros de haber sufrido violencia sexual.

Al día siguiente se realizó una masiva marcha en la ciudad de Plottier, dónde ella vivía, en reclamo de justicia. Las escuelas secundarias fueron tapizadas por su foto junto a carteles que denunciaban la violencia machista: “disculpen las molestias, no están matando.”

Escobar fue detenido el 17 de septiembre. Se le formularon cargos y desde entonces permanece en prisión preventiva.

“La defensa sólo cuestionó la figura de femicidio, pero no cuestionó la existencia de un delito previo, ni la relación de este con la muerte de la víctima”, afirmó Malvido.

La magistrada no hizo lugar al pedido de cambio de calificación.

“Para que se configure un caso de femicidio la cuestión central es que la manera en que las víctimas pueden evitar la agresión del autor es sometiéndose a su voluntad. La contracara, es que son muertas por no haberse sometido. En este sometimiento y cosificación de la víctima reside una de las claves para interpretar el femicidio y su elemento normativo, la violencia de género”, explicó en su resolución.

Gustavo Lucero, que encabeza la defensa, no estuvo presente en la audiencia en la que la jueza comunicó su decisión. Concurrieron sus colegas, junto al imputado.

El caso será juzgado bajo la modalidad de juicio por jurados, prevista en el Código Procesal Penal para los delitos graves.

El próximo paso será la realización de la audiencia de selección de los ciudadanos y ciudadanas que integrarán el tribunal.

Si el jurado encuentra culpable a Escobar de los delitos por los que está acusado, la única pena posible es la prisión perpetua.

Hay ofrecidos alrededor de 45 testigos. Lo cierto es que, tal como anticipó Río Negro la intención de la defensa es lograr convenciones probatorias (acuerdos respecto de cómo sucedieron los hechos) para reducir el número.

Este año se cometió un nuevo crimen por razones de género. El 27 de enero pasado fue encontrado el cuerpo de Celeste Saavedra de 29 años en el puente de Aquihueco. La asesinó a golpes su expareja, Oscar Retamal, y luego se suicidó.

Ella lo había denunciado por amenazas en la comisaría 37° de Tricao Malal, la localidad donde ambos vivían, el 11 de diciembre a las, 0:21.