"Hace mucho tiempo que no podemos estudiar tranquilas porque tenemos mucha inseguridad" Magalí Méndez, estudiante de la institución, que está ubicada en la calle Santa Fe, a 30 metros de la terminal de ómnibus y en el medio se encuentra una fábrica abandonada con presencia de hombres que las acosan.
"A unas compañeras las esperaron tres hombres para acosarlas, estamos cansadas, queremos seguridad para poder estudiar tranquilas", expresó la joven sobre el episodio más reciente, que ocurrió un lunes a las 10 de la mañana y que les demostró que ya no hay horario seguro para concurrir al establecimiento.
Aclaró en declaraciones a LU5 que no saben si los hombres viven ahí o si solo pasan el rato en ese lugar. El IFD abre a las 8 de la mañana y cierra a las 11 de la noche, por lo que los estudiantes entran y salen del edificio a toda hora del día. Ya habían realizado una marcha hacia el Concejo Deliberante pero no tuvieron demasiadas respuestas: sólo colocaron un foco de iluminación frente al edificio y la disposición de que circule un móvil policial, que sólo cumplió con los rondines en la primera semana y luego dejó de pasar por esa calle.
"Unos meses atrás, antes de realizar la marcha anterior, una compañera del turno noche iba saliendo y estos atacantes se esconden debajo de unos camiones y salen a atacarla", dijo y agregó que la joven salió a ciegas a la ruta para pedir ayuda. "No tenemos acompañamiento de nadie, ni como instituto, sólo nos tenemos entre nosotras pero no tenemos apoyo de la Policía", agregó.
"Como no hubo violencia no se les toma la denuncia, una vez eran cinco contra una, pero no sé qué más tiene que pasar para que hagan algo", afirmó y agregó que son jóvenes de alrededor de 25 años que, al parecer, toman alcohol o consumen sustancias dentro de la fábrica abandonada.