El tránsito de un Peugeot 5008 por la ruta 22 llamó la atención de un policía que se encontraba haciendo control frente al destacamento caminero, por lo que decidió ordenarle a la conductora que debía detener su marcha sobre la cinta asfáltica. Con sólo unas pocas palabras que intercambió con la mujer le alcanzó al uniformado para sospechar que estaba borracha, por lo que intentó hacerle un test de alcoholemia. Este fue el punto de partida de un escándalo que derivó en una causa por atentado y resistencia a la autoridad.
El hecho se registró el lunes por la noche, frente al destacamento caminero de Roca, ubicado a la altura del kilómetro 1177 de la ruta Nacional 22. Por ese sector, en dirección este-oeste, circulaba un moderno Peugeot 5008 con una mujer al volante. Al bajar la ventanilla, luego de la orden de detención de uniformado y que este le sintiera aliento etílico, se le comunicó que debía someterse a un test de alcoholemia.
La reacción de la conductora fue bastante agresiva. En todo momento se mostró reacia a soplar en el alómetro, esa especie de embudo que detecta si una persona está bajo los efectos del borracha y es el primer paso para luego medirle la cantidad de alcohol en sangre con el tradicional alcoholímetro.
Ante la reiterada negativa y los gritos que propinaba desde adentro del auto, uno de los uniformados le indicó que debía estacionar su auto en la banquina, orden a la que también respondió con un no tajante. Sin muchas alternativas, y mientras el policía le explicaba en los problemas que se estaba metiendo con esta actitud, llegó una oficial mujer, quien intentó convencerla de buenas maneras.
La mujer, oriunda de Plottier, a esta altura estaba totalmente fuera de si y mientras la uniformada le hablaba, decidió cerrar el vidrio del auto y apretarle el brazo a la policía. Ya sin poder persuadirla, decidieron utilizar la fuerza para sacarla del interior del auto y detenerla de manera preventiva por resistencia y atentado contra la autoridad.
Ya dentro del destacamento, la mujer mantuvo su postura en contra de someterse al test de alcoholemia, por lo que procedieron a retener de manera preventiva del vehículo y la licencia. Además, le dieron intervención a la fiscal de turno, Belén Calarco, quien dispuso la apertura de una causa por la agresión a los policías.
Luego de un par de horas detenida quedó en libertad, pero debió regresar a casa sin su auto.
Fuente: Mejor Informado.