Manuel Belgrano fue abogado, militar y economista, uno de los principales dirigentes de la Revolución de Mayo de 1810, activo impulsor de la emancipación nacional y combatiente en las guerras de la independencia.
Al frente del Ejército del Norte venció en las estratégicas batallas de Santa y Tucumán, que salvaron al gobierno revolucionario, aunque no pudo lograr el objetivo de liberar a las provincias del Alto Perú, en la actualidad, Bolivia.
Integrante de la Primera Junta de gobierno, tuvo gran influencia en el Congreso de Tucumán, donde abogó por el establecimiento de un régimen monárquico sudamericano con sede en Cusco y la coronación como soberano de un descendiente de la nobleza incaica.
Colaborador del periódico porteño Telégrafo Mercantil y del Semanario de Agricultura, Comercio e Industria, dirigido por Hipólito Vieytes, donde expuso sus ideas proteccionistas e industrialistas y fue autor de una interesante "Autobiografía".
Hombre de una honestidad ejemplar y firme carácter, principal ideólogo del sector más decidido de la Junta de Mayo, su deceso pasó inadvertido y tan sólo unos pocos deudos asistieron a su sepelio, lo que despertó las iras del padre Castañeda, única voz que en ese momento se alzó públicamente en su recuerdo y defensa.
Su decisiva importancia política en el proceso emancipatorio argentino fue menoscabada por la historia oficial, que lo caracterizaba como una figura simpática, aunque torpe y algo pusilánime, cuyo principal mérito habría sido la creación de la enseña patria, que contrariando las órdenes del Triunvirato, Belgrano enarboló por primera vez el 27 de febrero de 1812.
Había nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770.
Fuente Télam
Foto Wikipedia
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