Cuando las aguas parecían demasiado calmas en Plottier, volvieron a resurgir las protestas con quema de cubiertas incluída, pero en esta oportunidad quienes llevaron a cabo la manifestación fue un grupo de apenas cinco personas.

Se apostaron frente al edificio de la intendencia y llevaron adelante la clásica medida que contamina el medio ambiente, sumado al corte de la avenida principal.

En esta ocasión el reclamo se basó en que se les continúe abonando una serie de adicionales, los cuales se les fueron anulados.

El momento de mayor tensión se dio en horas de la mañana, cuando algunos manifestantes increparon con insultos y amenazas a secretarios del gabinete municipal, quienes se acercaron al lugar para llevar adelante una reunión. A raíz de estos hechos desde el municipio se radicó la denuncia del caso en la Comisaría Séptima.

Por último, se detalló que tres trabajadores de los cerca de mil que posee la localidad tuvieron un recorte en los adicionales salariales que desde hace años percibían en función de que esos beneficios no serían acordes a las funciones que efectivamente estaban llevando a cabo.