
Los vecinos decidieron tomar cartas en el asunto y tras la protesta que hicieron esta semana, volverán el lunes a reunirse en el acceso a la feria El Mangrullo donde esperan una respuesta de parte de autoridades del municipio, la provincia y Vialidad Nacional.
La ampliación de la vieja ruta comenzó hace más de cinco años, en mayo de 2013. Los trabajos consistieron hasta ahora en la creación de una especie de segunda ruta que, una vez terminada, pasará a ser la doble calzada que conduzca al oeste.
Pero esa doble vía no habilitada es hoy una trampa para peatones y ciclistas, como el joven que la semana pasada fue atropellado mientras esperaba el colectivo por un vehículo que circulaba por el sector no habilitado.
“Todos los días tomo el colectivo y tengo que caminar al costado de la ruta, no hay banquina, ni luz y voy rogando que no me lleven por delante. Desde el puente los autos toman mucha velocidad y se hace imposible cruzar la ruta”, contó una vecina del barrio Las Lilas.
Según el vecino Carlos López, las obras inconclusas perjudican a unas 10.000 personas que viven en los barrio Las Lilas, Las Brisas, China Muerta, Colonia San Francisco, 2 de Abril y La Esperanza, y que deben lidiar con el paso por una zona en obras de 30.000 vehículos por día.
Quienes toman el colectivo tienen serios problemas pues en la mano al este la garita quedó por debajo del nivel de la ruta y no permite ver si viene el micro, mientras que en la mano opuesta la garita fue eliminada y los colectivos toman y dejan a los pasajeros en una especie de lonja de tierra entre la ruta habilitada y la que se usa clandestinamente.
“Los chicos salen del colegio y tienen que cruzar la ruta, e incluso al transporte escolar no lo dejan cruzar a dejar a los chicos y la semana pasada los dejaron en el medio de las dos rutas” manifestó una vecina de Colonia San Francisco, Margarita Rivas.
“Es muy peligroso, más que nada de noche. Pasando el puente sí o sí tengo que tomar la ruta nueva porque sino no puedo entrar a mi barrio. Hay tambores por todos lados, no está señalizado, no hay luz en ningún lado”, contó otra vecina del barrio Las Brisas.
Y detalló que “donde fue atropellado el chico este hay un canal bastante grande, si caminás de noche corres el riesgo de pasar de largo porque no ves nada. Lo que hace falta es un semáforo, garitas e iluminación”. También para los automovilistas pues los tambores que dividen la zona en obras muestran decenas de impactos.
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