Marcelo Funes, a cargo de esa dependencia municipal, contó que en conjunto con Obras realizaron el prototipo de las cabinas y luego en el taller, las fabricaron. Se trata de una estructura de hierro estructural revestida con nylon. Tiene 2 metros de alto y uno de ancho con rampa tanto en la entrada como en la salida para permitir el uso a personas en sillas de ruedas. Dentro hay 5 pulverizadores con el desinfectante amonio cuaternario que se utiliza para sanitizar. Cada carga del pulverizador va a concretar 170 desinfecciones.
"En 10 segundos y con una vuelta dentro, la persona que ingresa sale totalmente desinfectada", explicó Funes.
Las cuatro cabinas ya están listas y esta semana se estaban ocupando de comprar el desinfectante para ponerlas en uso. Si bien pasar por estas cabinas no va a ser obligatorio, será muy conveniente para que las personas que estén por la calle, o salgan de lugares de mayor concurrencia puedan desinfectarse y estar más seguros para seguir su trayecto.
Funes se mostró muy entusiasmado con esta iniciativa que además le significó un ahorro al Municipio. "Si las teníamos que comprar salían 130 mil pesos cada una. Y nosotros en el taller las construimos con 32 mil", detalló el funcionario.
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