Son 4,6 hectáreas a pura sombra por los cientos de álamos, sauces, manzanas silvestres y rosas mosquetas que lo integran. Con un sendero principal, muy bien delimitado, que tiene 2 kilómetros de largo. Y otros varios senderos internos que también ayudan a marcar el paseo.

Para llegar se toma la Avenida Plottier desde la Ruta 22 hacia el río Limay por unos 500 metros. A la izquierda aparece el imponente portal. En ese primer espacio hay lugar para estacionar los autos y luego se debe caminar unos 200 metros.

El profundo aroma del olivillo, o también llamado olivo de bohemia guiará a cualquier visitante al inicio del paseo. Desde allí el recorrido cuenta con carteles indicativos sobre las especies que lo integran.

Jarilla de río, pañil, azara, maqui, madreselva, yaoyin, son algunas. Con solo ingresar, detrás se ve la hermosa laguna Elena.

En ella se pueden observar muy de cerca las carpas negras que la habitan, ver familias de patos, cisnes de cuello negro y otras muchas especies de aves que recorren todo el Jardín Botánico de Plottier.

Para los amantes de los animales también se podrán topar con liebres, gallaretas y hasta codornices californianas.

El proyecto del Jardín Botánico de Plottier se desarrolla a través de un convenio entre el Municipio y la Universidad de Flores (UFLO). El paseo está ubicado en un predio municipal, abierto para que todos los vecinos puedan disfrutar de la naturaleza.

Marcos García, gerente del Ente de Desarrollo Económico de Plottier (EDEP) comentó a LM Neuquén que esta iniciativa tiene distintos componentes. Por un lado un componente científico, de estudiar las especies presentes en la provincia y en la zona, luego un componente educativo de darlas a conocer y también un componente recreativo, que los vecinos tengan un espacio, para pasear, caminar, andar en bicicleta.

Fuente: LM Neuquén.