La solidaridad llegó a la puerta de la familia de Plottier que días atrás perdió a la mamá por coronavirus. Eduardo Cayiqueo no sabe cómo podrá agradecer a todos los que aportaron su granito de arena para que el dolor, que atraviesa junto a sus pequeños hijos, sea un poco más liviano.

Alimentos no perecederos, pero también carne, pollo, verduras y hasta yogures y leche fueron donados por las familias de la Escuela Posta Cristo Rey, donde concurren los niños de Marina, la mujer de 44 años que el coronavirus le llevó la vida en apenas tres días.

Distintas familias se pusieron de acuerdo con las autoridades de la escuela y coordinaron las donaciones para que le llegaran lo antes posible a Eduardo y sus tres pequeños hijos.

Además, el área de Desarrollo Social del Municipio de Plottier se encargó de llevarle los colchones que necesitaban para poder dormir mejor, y también muchos vecinos de la ciudad les acercaron donaciones de alimentos.

Pero además, Eduardo recibió la propuesta de parte de la empresa donde trabaja como sereno los fines de semana para tener una mejora laboral, por lo que está muy agradecido.

“Estoy muy conforme con lo que están haciendo por nosotros, la verdad no me van alcanzar las palabras para agradecerle a todos los que están ayudando”, manifestó Eduardo a LM Neuquén.

El hombre a menos de dos semanas de la pérdida de su esposa aún no puede entender la rapidez con la que esta enfermedad le cambió la vida para siempre. Se preocupa por contener a sus hijos, especialmente a la más chica que había estado un poco mal de salud, aunque el médico le dijo que no tenía ninguna enfermedad, que debería ser todo lo que les está tocando vivir.

“Con respeto al trabajo pude hablar con mi jefe y me dijo que voy a tener una mejora, el lunes tengo que ir a firmar así que estoy muy contento y agradecido”, contó entusiasmado.

La familia vive en cercanías del barrio 2 de Abril de Plottier, en una zona de chacras y los pequeños tienen 4, 7 y 10 años.

Fuente y foto: LM Neuquén.