Escobar, que al hacer uso del derecho a la última palabra se había desligado del crimen de la joven de 18 años, ahora podría enfrentar una pena de prisión preventiva cuando se concrete el juicio por cesura, programado para un par de semanas adelante.
La sentencia mantuvo la postura de la fiscalía de condenarlo por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, esto es la violación, y de homicidio doblemente calificado. Por un lado por criminis causae, es decir para ocultar otro delito, la violación, y por femicidio.
La familia y los allegados de Cielo, que seguían el juicio en el recinto, celebraron la resolución en medio de lágrimas.
El juicio por jurados, realizado en el recinto de la Legislatura provincial, se llevó a cabo a lo largo de la semana donde se conocieron distintos testimonios además de los detalles del macabro femicidio, que sacudió no sólo a la sociedad neuquina sino a todo el país.
Más temprano en sus alegatos, el fiscal jefe Agustín García sostuvo que "acá no queda duda, ni razonable ni no razonable de que Escobar el 13 de septiembre de 2019 llamó por teléfono a Cielo, la pasó a buscar por su casa, fueron juntos a su domicilio. Una vez allí en su domicilio. Escobar, quien venía obsesionado con ella, la violó y la asesinó para que no se descubra la violación. Y después la descuartizó para que no se descubra ni su violación ni su homicidio".
Por su parte, el acusado y ahora condenado Alfredo Escobar había manifestado que "escuché unos gritos, fui y Matías me dijo que se las había mandado. Había un charco de sangre. Le dije que se manejara, que sacara eso de mi casa porque estaban mis padres durmiendo". E insistió: "Yo soy culpable de ocultar, de limpiar esa sangre yo mismo".
Fuente: LM Neuquén.
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