"Estamos tranquilos, aliviados como quien dice, ustedes saben a lo que me refiero. Es un alivio, un descanso”, había expresado Eduardo López, el papá de Cielo, el pasado 12 de noviembre tras el veredicto de culpabilidad contra Alfredo Escobar por el femicidio de su hija ocurrido en la localidad de Plottier el 13 de septiembre de 2019.
Durante cuatro jornadas un jurado popular escuchó más de 20 testigos que desfilaron por el recinto de la Legislatura provincial, donde se desarrolló el juicio contra Escobar por los delitos de abuso sexual con acceso carnal y homicidio doblemente agravado, por criminis causae (para ocultar otro delito, la violación) y por mediar violencia de género (femicidio).
El fiscal jefe Agustín García había anticipado al inicio del juicio que no había ninguna duda de que Escobar era el responsable del brutal femicidio de la joven de 18 años y que las pruebas que se presentarían en el juicio se encargarían de demostrarlo. A su turno, el abogado querellante, Marcelo Hertzriken Velasco, sentenció que el acusado era "un violador y un femicida", lo que sería probado en juicio.
Por su parte, el defensor puso en duda ambas afirmaciones tanto al principio como al final del juicio. El propio acusado Escobar hizo uso de la palabra y le echó la culpa a quien en teoría era un amigo suyo de lo ocurrido aquella noche e intentó excusarse en su problema de adicción a la cocaína por su forma de hablar, pese a que se lo escuchó hablar muy nítidamente y con una clara intención: sacarse el femicidio de encima.
La estrategia de la defensa ni siquiera hizo dudar a los 12 miembros del jurado popular que lo declararon culpable por unanimidad en un debate que les llevó solo 40 minutos. "La prueba científica fue contundente", había sentenciado el fiscal García tras el fallo consultado por la prensa.
Fuente: LM Neuquén.
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