La exigente carrera internacional, se disputó en la bella ciudad de San Martín de los Andes, y comenzó el pasado lunes 12 de diciembre, donde los más de 400 participantes, entre ellos brasileros, venezolanos, paraguayos, uruguayos, chilenos y franceses debían completar el recorrido con un limite de 76 horas.

Dentro de los atletas, se encontraba uno de los dos representantes de Plottier, Nahuel Quipildor, quien desde hace tiempo nos viene deslumbrando con su capacidad y destreza en las diferentes competiciones en las que se inscribe.

En esta oportunidad, llegó 9no en la categoría Senior A, y 32do en la clasificación general, tras realizar el exigente trazado en 47 horas. Durante la carrera, el experimentado corredor atravesó arroyos, corrió en cercanías del volcan Lanín en medio de la noche que asotaba a los participantes, ascendió hasta los 2000 metros cuando en el kilómetro 115 subió el cerro Aceret, entre otros.

Además, sufrió una lesión cuando chocó contra un arbol en el kilómetro 55 mientras realizaba el recorrido durante la noche: “yo iba detrás de un chileno que era más petiso que yo, él pasó el árbol sin problemas. Mi linterna apuntaba muy abajo, y me lo llevé puesto. El golpe me dio vuelta”, cuenta Quipildor, quien hace 4 años que comenzó con esta actividad.

El golpe le pasó factura, y debió ser atendido por uno de los médicos que le colocó anestesia y le realizó una sutura de dos puntos. “Justo faltaba un km para el puesto de control, así que llegué al mismo y me atendió el médico. Había perdido bastante sangre, así que me tuvo ahí un rato hasta que me pudiera unir a otros pelotón de corredores”.

El evento comenzó alrededor de las 10 horas en el Lago Lacar, pasando por el cerro Colorado. Al ser la prueba más exigente de la región se dispusieron de 7 puestos de control para que los participantes se avituallen de bebidas energéticas y sean atendidos. Además, cada corredor contaba con un radio en caso de extraviarse, y un chip con el cual la organización sabía donde se encontraban.

Por su parte, los atletas debían llevar una mochila con elementos obligatorios e indispensables, como lo es la comida y la bebida. “La mochila pesaba casi 6 kilos, en el último tramo alucinabas. Pero la adrenalina y las ganas de llegar te obligan a seguir”, cuenta Nahuel.

Uno de los 100 abandonos que tuvo la competencia, lo protagonizó el atleta local, Juan Garcia, quien debió retirarse en el kilómetro 100, tras sufrir una gran cantidad de ampollas en sus pies, producto del camino recorrido.

Pese al cansancio y a las nulas horas de sueño durante esos dos días corriendo y caminando para completar la prueba, Nahuel Quipildor se mostró feliz tras haber completado la prueba La Misión: “Donde llegar es ganar”, confirma nuestro atleta.