Llegan las vísperas de las elecciones y todo vuelve a comenzar, balas de fogueo de un lado, palos del otro, pero al final todos los caminos conducen a Roma, o sea nada cambia.
En definitiva la pregunta es, Porque debería Cambiar?, o lo que en el fondo me pregunto, alguien realmente quiere que en la provincia de Neuquén haya un cambio?.
Por supuesto en cada una de las campañas electorales escuchamos a los candidatos de turno hablar del gran cambio, la necesidad de la alternancia y cuanta propuesta discursiva se les ocurra. Bajo estas circunstancias podríamos decir que sí, pero, es verdaderamente cierta esa intención?.
Con solo revisar los acontecimientos electorales desde 1999 a la fecha se puede ver claramente que se repite la misma historia y hasta ahora todo sigue igual.
Ahora cual es el motivo de esta aparente imposibilidad de cambio?
En lo personal pienso dos teorías. La primera, es que tengo muchas dudas de que los principales protagonistas quieran salir de sus zonas de confort,. Por lo tanto seguramente en lo más profundo de su interior estos piensan, “si con este libretito me fue bien durante tantos años para que cambiar e intentar cosas que no me den certeza de éxito”, no podemos olvidar que las dos principales razones que resisten el cambio son, la ignorancia sobre los motivos que llevan al cambio y el miedo a la pérdida del control.
Muchos intentaron jugar este juego, y algunos pocos aprendieron a jugarlo. La mayoría solo especulo, los que aseguran entender de política dicen que el secreto es sostenerse en el tiempo no importa como, por lo tanto, les resulta más cómodo amagar con algunas salidas mediáticas, algún actito movilizando un par de centenares de simpatizantes y acto seguido reunirse con el MPN ofreciéndole dos caminos posibles, el primero y el mas tentador una lista colectora que le sume algunos votos y mantener la esperanza de poder lograr la cantidad de votos suficientes para conseguir un diputado propio que sostenga la estructura en el tiempo.
El segundo, romper alguna estructura ajena con la intención de restarle votos al contrincante, todos sabemos que es tan importante conseguir votos propios como lograr restarle al adversario. Pero esto último, se da debido a que durante todos estos años ningún candidato de la oposición tuvo la capacidad de generar un espacio que de el marco de confianza necesario para que los que pudieran acompañar se sientan identificados con el proyecto y puedan también tener una mayor certidumbre de su futuro o el de su espacio. Esto que sucede no es extraño si tomamos en cuenta que las construcciones hasta ahora se han hecho sobre personas puntualmente y no sobre proyectos. Y en esta actividad que en el fondo tiene un alto grado de informalidad, es muy difícil creer en las personas, tendríamos infinidades de ejemplos para exponer, pero no creo que sea necesario.
En lo que a política neuquina refiere todos sabemos que el más hábil para jugar este juego ha sido Horacio Quiroga, en cada oportunidad que tuvo posibilidades serias de obtener un resultado favorable, extraña y sospechosamente algún conflicto debilitaba el sector, la muestra más clara fue la elección del 2007 cuando rompe con Raul Podesta, pero bueno esto es anecdótico, y la pregunta es, porque nunca logro convencer al electorado de que él o su “proyecto” podrían ser los encargados de lograr un gobierno provincial que mejore sustentablemente la calidad de vida de los Neuquinos, o ha sido su decisión no llegar hasta el final?.
Si este primer pensamiento fuera la causa que estoy planteando diría que a Quiroga nunca le intereso salir de su zona de confort, prefirió conservar lo que ya tenía y piloteaba con seguridad a tener que enfrentar un espacio que no conoce en profundidad y solo cuenta con datos aislados que recibe, si no hubiese sido así, en alguna de sus campañas hubiesen presentado un plan de gobierno que incluya la salud, la educación, la seguridad, etc, para que la población pueda convencerse de que esa sería la mejor opción para gobernar la provincia. Solo se limitó a emitir discursos cargados de descalificaciones pero vacíos de contenido y propuestas concretas. Sin embargo él sabe más que nadie que una cosa es hacer declaraciones polémicas sobre cuestiones puntuales y otra es llevar adelante una gestión de Gobierno tal vez sin sentirse capacitado para hacerlo y sobre todo, como el mismo ha expresado en privado, sin tener la posibilidad de contar con un equipo que este a la altura de las circunstancias, de hecho si lo hubiese tenido, también habría tenido un proyecto de provincia para mostrar.
El segundo de mis pensamientos y con el cual más convencido estoy tiene que ver con la simple tarea de analizar realmente el pensamiento y las expectativas que tienen los habitantes de la provincia.
Es común escuchar a los candidatos hablar en nombre del pueblo neuquino, pero remitiéndonos a las pruebas, pocos han acertado y esto se debe a que ninguno de ellos se preocupa por escuchar y tratar de interpretar sus necesidades, solo tratan de imponer sus ideas que en la mayoría de las veces poco se acercan a la realidad y en algunos de los casos ni siquiera son propias sino impuestas por algún consultor contratado que mayormente no solo no son de la provincia, sino que ni siquiera la conocen, quienes le fabrican un casette con un discurso que repiten tal cual loros sin darse cuenta de lo alejados que están de la realidad de los oyentes.
Con solo revisar los resultados electorales de los últimos 20 años es muy fácil darse cuenta lo que deparara el futuro en materia electoral si no encuentran una correcta interpretación de la realidad, pero lamentablemente parece que es mucho más fácil salir de campaña con una estampita en la mano que analizar seriamente las necesidades y pretensiones que cada habitante para su lugar, y en función de esto construir un proyecto de provincia que satisfaga a todos.
La muestra la podemos apreciar en cada campaña donde se encargan infinidades de encuestas solo para saber el nivel de conocimiento que la población tiene de los candidatos o el nivel de aceptación que estos tienen, y esto solo conduce a aumentar el ego del candidato si el número es bueno o a alertar al consultor de turno para pegar más afiches con la foto del candidato, ahora esto es de utilidad? No lo creo, quien puede decir que a Ramon Rioseco no lo conocen en toda la provincia, y sin embargo en las elecciones legislativas del 2017 salió cuarto.
Por lo tanto es de mayor utilidad realizar encuestas que den una radiografia de cada localidad y estos datos permitan formalizar un proyecto de provincia que les de esperanza a sus habitantes. Pero claro, esto es trabajar con seriedad y fundamentalmente con la expectativa o la ilusión de lograr un triunfo electoral.
Si revisamos los resultados de los últimos 20 años hasta el más tonto podría interpretar lo que pasa por la cabeza del electoralmente en Neuquén.
1999
Presidente Alianza 52%
Dip. Nacionales MPN 43%
A Gobernador MPN 44%
2003
Presidente (Mennem Kirschner) 25%
Dip. Nacionales MPN 45%
A Gobernador MPN 56%
2007
Presidente FPV 37%
Dip. Nacionales MPN 26%
A Gobernador MPN 48%
2011
Presidente FPV 61%
Dip. Nacionales MPN 26%
A Gobernador MPN 45%
2015
Presidente FPV 36%
Dip. Nacionales MPN 21%
Gobernador MPN 40%
Viendo este cuadro es muy difícil darse cuenta de cuál es el pensamiento del votante neuquino y hacia dónde quiere ir o por lo menos donde quiere estar y donde se siente representado.
La gran diferencia evidentemente radica en lo que expresa cada uno, mientras el MPN muestra un proyecto en conjunto, se pelean, discuten, debaten y una vez encontrado el camino se alinean y defienden con uñas y dientes su proyecto. La oposición solo hace referencia a cuestiones meramente personalistas.
Hagamos un simple ejercicio de memoria. Veamos cómo se refieren los medios y la población en general cada vez que llegan épocas electorales? Quiroga enfrenta al MPN, o Rioseco enfrenta al MPN.
La oposición en Neuquén construye sus casas desde el techo, o sea, en lugar de construir un espacio político y llevar a los mejores que lo pueden representar, construyen un espacio meramente electoral subordinando el interés del espacio a sus aspiraciones personales.
Mientras tanto el MPN ejerce su democracia interna, llamando a sus afiliados a elegir sus autoridades partidarias o a elegir quienes quieren que los representen en cada contienda electoral, esta actitud permite que el partido provincial pueda conservar su caudal de afiliados ya que estos se sienten parte, pueden debatir, pueden discutir y tienen la libertad de poder elegir, por lo tanto se sienten parte del espacio y saben que el espacio los escucha, los contienen y fundamentalmente los considera. Muy por el contrario los otros hacen lo absolutamente opuesto, cierran los partidos, si no les gusta el camino que le propone su partido de origen conforman nuevos espacios, evitan a través de cualquier mecanismo que los afiliados tengan participación, no escuchan a sus afiliados, los subestiman y cada vez cuentan con menos adeptos, en resumen se transforman simplemente en coleccionadores de sellos partidarios absolutamente vacíos que por supuesto desempolvaran solamente en cada elección.
Pero volviendo a los resultados logrados en cada elección podemos ver claramente que el sostenimiento del caudal de votos logrado por MPN, nunca por debajo del 40%, no es casual, la gente ve en ellos sentido de pertenencia, representación, desde su escudo partidario representando a la provincia le da una suerte de ADN. Estos resultados favorables obtenidos son en parte un gran mérito de su propia dirigencia, pero también de los errores cometidos por sus adversarios.
Más allá de las actitudes de campaña descriptas en párrafos anteriores no puedo dejar de observar la falencia en los resultados finales de los análisis que dieron forma a cómo encaro la oposición sus propias campañas electorales. Nadie durante estos 20 años se detuvo a ver cuál era la estrategia del partido provincial que tantos buenos resultados le proporcionaba? Quien le sugirió o los convenció de que mostrando figuras nacionales se podría convencer al electorado de revertir su voto?, sin embargo y muy por el contrario elección tras elección fueron cometiendo el mismo error, y sino recordemos estos acontecimientos, 1999 Quiroga se saca la foto con De La Rua, 2003 Quiroga se saca la foto con Lopez Murphy, 2005 Quiroga se saca la foto con Nestor Kirschner, 2007 Quiroga se saca la foto con Hebe de Bonafini, 2015 Quiroga se saca la foto con Mauricio Macri.
Realmente esto es la interpretación de lo que el pueblo neuquino quiere?, Por lo que expresan los resultados creo que no, los neuquinos no quieren que nadie de afuera venga a decirles como tienen que vivir. Es aquí donde el MPN hace su interpretación más inteligente y se hace dueño con solo expresar neuqinidad.
Por todos los antecedentes expuestos anteriormente es que no creo que la provincia tenga un cambio, por el contrario estoy convencido que el escenario que se viene construyendo con vista al 2019 es mucho más propicio para que el partido provincial no solo continúe manejando los destinos de la provincia, sino que también, pueda recuperar la Ciudad de Neuquén. Esto último no por virtud del partido provincial, sino por la falta de capacidad de análisis, los egoísmos, la soberbia y las miserias de los actuales actores.
Las actitudes detalladas genera algo que los politólogos denominan “la tragedia de la sucesión”, y esto se produce cuando la exageración del personalismo ejercido hace que nadie pueda crecer a su alrededor como para que se genere una sucesión natural. Es por esto que ninguno de los pre candidatos del sector quiroguista crea que lo va a poder heredar, eso no será posible, los votos no son transferibles, y la muestra está en las elecciones municipales del año 2007 donde Martin Farizzano derrotaba a Jose Brillo por solo 2 puntos (49% - 47%) y para lograr este resultado tuvo que armar una suerte de frente conformado por 13 fuerzas políticas. Por lo tanto deberán tener vuelo propio y eso solo se consigue construyendo un proyecto político serio, sustentable e inclusivo.
Es por todo esto que me pregunto, ¿porque algo tendría que cambiar?
Marcelo D. Barberis
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