"Ahora estoy acompañando a mi yerno, Luis Alberto Zapata, quien está muy delicado en el hospital Castro Rendón, pero cuando esto pase voy a ir a Zapala a buscar explicaciones. Ya averigüé el nombre del dueño del caballo y se trata de alguien que tuvo otros casos similares porque nunca se ocupó de cuidar sus caballos. Espero que la Justicia lo encierre antes porque de lo contrario voy a hacer justicia", contó Álvarez.

Los Álvarez son gente conocida y querida en Plottier. Hugo tiene un taller de bobinados y su hija María Alejandra era portera. "Estuvo todo el pueblo junto a nosotros en esta tragedia", sostuvo.

"Mi yerno era muy cuidadoso para manejar, estoy seguro de que no venía a alta velocidad, pero se le cruzó ese caballo y nos arruinó la vida a todos. Perdí una hija y un nieto en un abrir y cerrar de ojos, mi otra nieta está con la abuela y recibiendo apoyo psicológico para enfrentar esto", aseguró.

Álvarez contó que desde hace un tiempo todo era alegría en su familia. "Somos gente de trabajo. Yo mismo los ayudé a comprar el Bora que usaban los fines de semana para salir a pasear, ese domingo habían ido a Laguna Blanca", recordó.

Contó que está medicado para sobrellevar el dolor pero que la sensación de injusticia no lo deja dormir por las noches. "Quiero que este tipo vaya preso para que no siga matando gente y de lo contrario voy a actuar yo. Tengo 60 años y me arrancaron lo que más quería, ya no tengo nada para perder", dijo aguantando el llanto.

El accidente ocurrió el domingo a la noche, sobre la Ruta Nacional 40, en cercanías del acceso a Zapala. El Volkswagen Bora conducido por Zapata se encontró sobre la ruta con un caballo y no pudo evitar embestirlo. El impacto provocó la muerte en el acto de María Alejandra y su bebé de dos años. Zapata sufrió heridas graves y pelea por su vida en el hospital. Una hija de María Alejandra de 14 años se salvó de milagro y fue encontrada en estado de shock por la policía y los bomberos que asistieron al accidente.

Fuente: diario Río Negro.