El crimen ocurrió en el barrio El Chacay de Plottier, en Romera casi Lolog, una cuadra en la que vivían tanto las víctimas como dos de los tres imputados, Héctor Calfuman (21), Jerónimo Morente (21) y Bruno Escudero (29). De ellos solo Calfuman reconoció que participó en la agresión aunque contó otra versión y sindicó a Víctor Pino, el cuarto imputado que permanece prófugo.

El mismo fiscal Agustín García reconoció que la familia Rodríguez no era querida en el barrio.

Se los acusaba de rateros y hacía apenas un año habían llegado del barrio Confluencia, en donde decían que también los habían echado quemándoles la casa.

Mientras Escudero aseguró que "yo no estuve, estaba en mi casa a dos kilómetros" y Morente indicó que sólo vio lo ocurrido desde la vereda, Calfuman reconoció que "vi que se metieron en la casa de éstos y yo pensé es mi oportunidad, porque ellos me habían matado a mi perro y me habían amenazado de muerte. Entré y le tiré tres patadas a uno y cuando vi que tiraban nafta me asusté y me fui".

Feliciano Rodríguez, uno de los hijos de Zenón, contó el punto de vista opuesto. "Estábamos en casa y de pronto tiraron la puerta de un golpe y se metieron tipos con pañuelos en la cara, con armas, con fierros amarillos de los del gas y con bidones de nafta", narró. Y contó cómo en cuestión de minutos, mientras a él lo habían sacado de la casa a punta de pistola, la pequeña vivienda fue incendiada.

El padre de Feliciano padre aspiró el humo y falleció días después. En tanto que su hermano menor, Marcos Rodríguez (21) quedó tendido en la vereda con el rostro lleno de sangre y por cuyos golpes no pudo recuperar las capacidades cognitivas normales.

"Estos Pino son de la Uocra y una semana antes habían prendido fuego otra casa", contó el joven y agregó que "mi hermano Víctor sacó a mi otro hermano Luis de la casa, pero mi papá no pudo salir. Él estaba adentro cuando prendieron fuego".

El juicio cuenta con la participación de María Gagliano, Florencia Martini y Mario Rodríguez Gómez como integrantes del tribunal y a Eduardo Badano y Julián Berger como defensores.

Fuente: diario Río Negro.