Hoy la mujer, que es madre y trabaja como empleada doméstica, será acusada por el Ministerio Público Fiscal, pero detrás del aberrante crimen asoma una oscura historia de acoso sexual.
“Yo no lo quería matar”, dijo la mujer cuando se vio rodeada por la evidencia que habían recolectado los pesquisas durante la investigación. La autora confesa, habría esgrimido una coartada donde aseguró haber estado el pasado viernes a la noche con una amiga. Al corroborar los datos, los policías le mostraron a la amiga unas imágenes de una cámara de seguridad donde pasaba una mujer por la comisaría séptima. La amiga, la reconoció por la ropa sin saber que la Policía tenía otra cámara donde la misma mujer ingresaba a la casa de la víctima en calle Rivadavia al 200 de Plottier.
A las cámaras de seguridad y el testimonio de la amiga se sumó el cruce de datos de las antenas de telefonía que la ubicaban a la presunta autora en la casa de Roque Mora, que hacía un mes había quedado viudo.
Acorralada por las evidencias, la mujer se quebró y confesó. En medio de un ataque de nervios comenzó a repetir una y otra vez que no lo había querido matar. Incluso, reveló su crimen delante de los médicos forenses que la examinaron anoche tras la detención.
El homicidio de Roque Mora ocurrió, de acuerdo al informe de los médicos forenses, el viernes pasado entre las 21 y las 23, pero su hija recién lo encontró el sábado a las 11 muerto en su cama y con varias puñaladas.
Si bien a primera vista se informó que tenía unas 60 lesiones entre cortes y puñaladas, la autopsia confirmó que se trató de 20 heridas cortantes y unas 15 puñaladas.
Fuente y foto: LM Neuquén.
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