“Vino de Chile hace dos meses. Ya estaba estudiando y trabajando. Este sábado era su primera salida”, aseguró a LMNeuquén Viviana, la mamá del joven que recibió una importante golpiza el domingo 15, en horas de la madrugada.
Según el relato de la mujer, su hijo Ariel salió con un amigo del boliche Animal de Plottier minutos antes de las 6. “Comieron una hamburguesa y después fue a orinar y vio que la Policía le estaba pegando a un chico. Les dijo, no sé de qué manera, que esas no eran formas de tratarlo, y sin mediar palabra, sin siquiera preguntarle su nombre, un policía le pegó con el palo (cachiporra) en la cabeza”, agregó la mujer.
Cuando el joven cayó al suelo, según el relato de su madre, “le pegaron entre todos, en la cabeza, en la espalda, y lo esposaron. En ese momento, uno de seguridad del boliche, un gordo grandote, se acercó y le pegó una patada en la cabeza. Ahí quedó inconsciente”.
Pero más allá de la furibunda agresión, Ariel no era cualquier víctima, sino una de riesgo. Es que, hace unos años, cunado vivía en Chile, había tenido un muy grave accidente, el cual le dejó una leve parálisis. En aquella oportunidad perdió mucho líquido encefálico, por lo que debe cuidar la cabeza, ya que cualquier golpe, por más pequeño que fuera, le puede generar un problema muy serio.
Así también aseguró la mujer que le dijo a los policías en la guardia del hospital, mientras atendían a su hijo. “Cuando llegué lo estaban cociendo sin anestesia, sentía todo. Llevé todos los papeles con los antecedentes de mi hijo y les expliqué que no podían golpearlo en la cabeza. El policía se asustó y empezó a llamar para todos lados”, agregó Viviana.
Al joven le hicieron una placa y notaron que estaba todo bien y le dieron el alta. Sin embargo, a la noche, volvieron a la guardia del hospital Heller por dolores y mareos constantes. Descartaron que tuviera una hemorragia interna, lo que les llevó tranquilidad.
Compartinos tu opinión