
Poco le interesó el "abrazo simbólico" a los funcionarios de Plottier. Tampoco apreciaron que son más de 80 los ómnibus que día a día transitan por el lugar. Y quizás, tarde se preocuparon algunos ediles de manifestarse por algo que se apreciaba desde lejos era desastroso por donde se lo mire: la terminal de la ciudad.
Desde el pasado 20 de enero la terminal cerró sus puertas para llevar adelante reparaciones que podrían demorar hasta dos meses. Luego de una infinidad de quejas las tareas comenzarán a desarrollarse.
Sin embargo, la definición motivó a que las oficinas se trasladen e incluso generen varios inconvenientes para los usuarios. A partir de este momento, las mismas se ubican sobre calle Santa Fe, previo a llegar a un reconocido depósito de construcción.
Otra mala para los usuarios, es que momentáneamente se encuentran sin líneas telefónicas ante futuras consultas. Sólo resta esperar a que pasen dos meses (o más) y la terminal vuelva a lucir como en otras épocas.
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